Autora: Ana Muñoz


Si conoces a una persona deprimida tal vez te estés preguntando que puedes hacer para ayudarla. Aunque hay algunas cosas que puedes hacer, has de tener en cuenta que también has de cuidar de ti mismo/a y que no eres responsable del bienestar de esa persona, sino que cada persona adulta es responsable de su propia salud y bienestar. La depresión de una persona puede también afectar a sus seres queridos, y si esto sucede, no estarás en disposición de ayudarle. En este artículo, te explicamos cómo puedes servir de ayuda a esta persona al tiempo que cuidas de tu propia salud psicológica.

Vivir con una persona deprimida puede suponer todo un reto y puedes sentir una serie de emociones muy diversas. Es normal que a veces sientas enfado, confusión o estés abrumado/a

Ten en cuenta que la depresión de otra persona no es culpa tuya ni es algo que puedas controlar o eliminar a voluntad. No obstante, sí tienes control acerca de tu propio estado emocional. Cuanto mejor te sientas tú, más capaz serás de proporcionar apoyo, cariño y comprensión a la persona deprimida.

Qué puedes hacer para ayudar a una persona deprimida

En primer lugar, asegúrate de que tu salud y bienestar emocional son sólidos antes de intentar ayudar a otra persona. No le harás ningún bien si tú acabas deprimiéndote también ante la presión de tratar de ayudar. Cuidar de ti mismo/a y tratar de ser lo más feliz posible mientras un ser querido se siente deprimido no es un acto de egoísmo; es un comportamiento saludable y normal, y te permite seguir apoyando a esa persona sin hundirte a su lado.

En segundo lugar, existen dos modos en los que puedes ayudar a un ser querido deprimido: proporcionando apoyo emocional y ayudándole a buscar un tratamiento.

Las siguientes sugerencias te ayudarán en esta tarea:

1. Aprende todo lo que puedas sobre la depresión. Trata de conocer los síntomas, causas y terapias existentes. Necesitas entender con qué te enfrentas antes de poder ayudar.

2. Sé comprensivo/a. No subestimes la seriedad de la depresión. Algunas personas consideran que si alguien tiene un problema psicológico, en realidad "no tiene nada" y sólo se toman en serio las enfermedades físicas. No obstante, la depresión es algo que hay que tomarse en serio, la persona deprimida no lo está porque quiera estarlo, sino porque no puede evitarlo y no sabe cómo salir de ese estado. Si supiera cómo salir, sin duda lo haría. La depresión consume la energía, optimismo y vitalidad de una persona y no es tan fácil salir de ella.

3. No te lo tomes como algo personal. La irritabilidad y la hostilidad son síntomas frecuentes en la depresión. A menudo, una persona deprimida puede decir cosas hirientes.

4. Ten expectativas realistas. Puede ser frustrante ver a una persona deprimida, sobre todo si el progreso es lento o no hay progreso alguno. Es importante tener paciencia. La mayoría de las depresiones no suelen durar más de seis meses.

5. Acepta el problema. No le ayudarás si niegas el problema y finges que no pasa nada, que es un bajón sin importancia. De hecho, esto puede impedir a la persona deprimida buscar tratamiento.

6. No trates de ser su "salvador/a" ni rescatar a esa persona de la depresión. No es responsabilidad tuya arreglar el problema y tampoco puedes hacerlo. La recuperación de la depresión está en manos de la persona que la padece.

Dale tu apoyo y cariño

Lo más importante que puedes hacer por la persona deprimida es darle tu cariño y apoyo. Esto significa ser compasivo/a y paciente, lo cual no siempre es fácil debido a la hostilidad, negatividad, irritabilidad y mal humor que suelen acompañar a la depresión.

Algunas frases de apoyo que puedes decirle son las siguientes:

  • Te quiero a pesar de lo que digas o hagas.
  • No estás solo/a en esto ni en nada de lo que hagas.
  • Dime qué puedo hacer para ayudarte en este momento.
  • Sé que no puedo entender lo que estás pasando, pero estoy aquí para escucharte si quieres hablar.
  • Sé que es muy duro.
  • Tú eres muy importante para mí.
  • Puedes superar esto. Hay personas que pueden ayudarte.
  • No te vas a sentir así siempre. Encontraremos el modo de hacer que te sientas mejor.

Lo que nunca debes decirle a una persona deprimida

Evita decir frases como las siguientes:

  • Todo está en tu cabeza.
  • Todos atravesamos fases como esta.
  • Te podrás bien. Deja de preocuparte.
  • Mira el lado bueno.
  • Tienes mucho por lo que vivir, ¿por qué quieres morir?
  • Yo no puedo hacer nada.
  • Deja de actuar así.
  • ¿Qué pasa contigo?
  • ¿No deberías estar mejor ya?
  • Anima a la persona deprimida a buscar tratamiento

Lograr que una persona deprimida busque tratamiento es difícil, debido a que la propia naturaleza de la depresión se lo impide. La depresión priva a una persona de motivación, energía y esperanza, de manera que no es raro que piense que la terapia no servirá de nada.

Si tu amigo o familiar se resiste a ir a un psicólogo, trata de convencerle de que al menos vaya al médico a hacerse un chequeo. Esto es una buena idea para descartar un posible problema médico y porque el especialista puede confirmar el diagnóstico de depresión y animar a la persona deprimida a buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. A veces, la opinión de un médico puede tener más peso que la de una amigo o familiar a la hora de convencerle de buscar tratamiento.

Otras cosas que puedes hacer

Ofrécete para acompañarle al médico o psicólogo o para encontrar uno. Incluso dile que puedes encargarte de pedir tú la cita. Encontrar el terapeuta adecuado puede ser difícil y a veces es necesario ir a ver a varios psicólogos antes de encontrarlo. Para una persona deprimida puede ser de gran ayuda tener a alguien que se encargue de concertar las citas y buscar opciones.

Anímale a escribir sus síntomas en una lista antes de ver al médico. También puedes ayudarle a hacer la lista, añadiendo lo que hayas observado, como: "sueles tener dolor de estómago después del trabajo".

Asegúrate de que el médico hace las pruebas necesarias para descartar las enfermedades que cursan con síntomas similares a la depresión. Si no hay causa médica, el médico debería referirlo/a a un psicólogo.

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