Autora: Ana Muñoz


Los trastornos de la alimentación son afecciones complejas que surgen de una combinación de factores conductuales, biológicos, emocionales, psicológicos, interpersonales y sociales. Los científicos e investigadores aún están descubriendo las causas subyacentes a estas afecciones que son emocional y físicamente dañinas. No obstante, conocemos algunos de los factores generales que pueden contribuir al desarrollo de trastornos de la alimentación.

Aunque que los trastornos de la alimentación pueden empezar con preocupaciones con la comida y el peso, casi siempre tratan de algo más que de comida. Las personas con trastornos de la alimentación a menudo utilizan la comida como un intento de compensar sentimientos y emociones que pueden ser abrumadores. Para algunos, hacer dieta, darse atracones o usar purgantes puede comenzar como un modo de afrontar emociones dolorosas y sentir que tienen el control de sus vidas pero, finalmente, estas conductas dañan la salud física y emocional de una persona, su autoestima y su sensación de competencia y de control.

Factores psicológicos

  • Baja autoestima
  • Sentimientos de inadecuación o falta de control en la vida
  • Depresión, ansiedad, ira o soledad

Factores interpersonales

  • Relaciones personales problemáticas
  • Dificultad para expresar las emociones y sentimientos
  • Historia de haber sido sometido a bromas o ridiculizado por motivos de talla o peso
  • Historia de abuso físico o sexual

Factores sociales

  • Presiones culturales que glorifican la delgadez y valoran la obtención del “cuerpo perfecto”
  • Definiciones estrechas de la belleza que incluyen solo mujeres y hombres con pesos y formas corporales específicas
  • Normas culturales que valoran a las personas en base a su apariencia física y no en base a sus cualidades personales

Factores biológicos

Los científicos aún están investigando posibles causas bioquímicas o biológicas de los trastornos de la alimentación. En algunas personas con estos trastornos se ha encontrado que ciertas sustancias químicas cerebrales que controlan el hambre, el apetito y la digestión presentan ciertos desequilibrios. El significado e implicación exactos de este desequilibrio está aún bajo investigación.

Los trastornos de la alimentación a menudo ocurren en familias. La investigación actual indica que existen contribuciones genéticas significativas para estos trastornos.

Fuente: National Eating Disorders Association. www.NationalEatingDisorders.org