Autora: Ana Muñoz


Si no estás ganando el dinero que te mereces, hay tres cosas que puedes hacer para conseguirlo:

1. Negociar

Para tener más control sobre el propio salario hay que estar dispuesto a negociar. Muchas personas, sobre todo entre las mujeres, tienden a sentirse incómodas al negociar sus salarios, mientras que los hombres suelen iniciar negociaciones con una frecuencia cuatro veces mayor que las mujeres.

De hecho, cuando se les pidió que seleccionaran una metáfora que describiera lo que significaba la negociación del salario para un grupo de personas, los hombres solían responder que era como ganar un partido, mientras que las mujeres lo comparaban con ir al dentista.

Si una persona no está dispuesta a luchar por un aumento de sueldo, es posible que no lo consiga. Por tanto, verlo como un partido que deseas ganar y en el que deseas conseguir los mayores puntos posibles es una buena idea.

Las personas que no negocian, sino que simplemente aceptan la primera oferta que les hacen, suelen acabar con un suelo más bajo. Lo mismo sucede con las personas que piden poco cuando les preguntas cuánto desean ganar. Por tanto, si deseas tener un suelo más alto, no temas pedirlo, y si en una entrevista de trabajo te preguntan cuánto deseas ganar, di la verdad, no digas una cifra más baja. La modestia no sirve para ganar dinero. Adopta una actitud confiada y valórate. Si estás capacitado para hacer un buen trabajo mereces un buen suelo; así que pídelo.

2. Conoce tu valor

Es importante que conozcas cuál es el precio de tu trabajo en el mercado laboral. Para saber cuál es el salario que mereces en función de tu trabajo, pueden ayudarte los siguientes consejos:

-Infórmate de cuánto gana una persona que realiza un trabajo similar al tuyo. Internet puede ser un buen modo de informase.

Por ejemplo, puedes preguntar en los foros o centros de mensajes de internet, etc. También puedes preguntar a amigos o conocidos que realizan un trabajo similar. No preguntes a una persona cuanto gana ella, pues las investigaciones indican que las personas tienden a exagerar en un 20% su sueldo; en lugar de eso, pregúntales entre qué dos cifras puede estar el salario adecuado para ese trabajo.

-Decide qué salario necesitas y qué salario quieres. Teniendo en cuenta el salario típico para el trabajo que buscas, determina cuál es lo mínimo que necesitas para llegar a fin de mes. Luego decide la cantidad de dinero que desearías para sentirte satisfecho y contento con tu sueldo (sueldo ideal). Después selecciona una cifra entre ambos (suelo intermedio).

-Si el sueldo no cumple tus expectativas, considera otros beneficios que hagan que valga la pena un menor sueldo, como un horario flexible, etc.

-No aceptes una oferta inmediatamente a no ser que se corresponda con tu sueldo ideal. Negocia o pide tiempo para pensarlo. Sé realista. Si la oferta que te hacen es muy inferior a la que deseas, puede que este no sea el trabajo ideal para ti y puede ser preferible seguir buscando. Si la cifra que te ofrecen se acerca a lo que más arriba hemos llamado tu suelo intermedio, entonces pide tu suelo ideal y negocia si es necesario. Muchas personas se sorprenden al ver que su petición es aceptada a la primera.

3. Prepárate y demuestra lo que vales

No sólo es importante conocer el valor de tu trabajo en el mercado, sino también lo preparado que estás para hacerlo, tus capacidades y tus conocimientos. Si sabes que estás bien preparado y puedes hacer un buen trabajo, muéstrate confiado. Entra en la negociación pensando que mereces un buen sueldo porque lo vales. Pero por supuesto, para eso has de haberte preparado primero.

En la entrevista da ejemplos de lo que puedes hacer, de cómo puedes ahorrarles tiempo o dinero, de cómo tus habilidades pueden suponer un beneficio a la empresa, etc. Demuestra también que eres una persona responsable y digna de confianza.