Autora: Ana Muñoz
Quizás un término más apropiado para definir este problema sería el de uso compulsivo de internet, pues se trataría de un problema similar al de la compra compulsiva o el juego patológico.
Si estar on-line está amenazando tu trabajo o arruinando tu matrimonio, es posible que tengas que deshacerte de tu ordenador, módem y libros relacionados con Internet de modo que no quede rastro de ellos en tu casa. De un modo similar a las medidas drásticas que un alcohólico toma cuando se desprende de todas las bebidas alcohólicas para empezar a recuperarse.
En un estudio dirigido por la psicóloga Kimberly S. Young, el comportamiento de 496 personas que utilizaban Internet con gran frecuencia se comparó con los criterios clínicos usados para clasificar el juego patológico, tal y como lo define el DSM-IV (manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición). El juego patológico se considera el tipo de adicción más cercana a la adicción a Internet porque implica un fracaso del control de los impulsos sin la participación de un producto tóxico.
El término Internet en este estudio se define como cualquier sistema en línea o red (el mismo Internet, intranets, Compuserve, los sistemas de tablón de anuncios o newsgroups, etc). En el estudio participaron personas que usaban activamente Internet y respondieron a un anuncio. Un participante era clasificado como usuario dependiente de Internet si satisfacían cuatro o más de los siguientes criterios durante un período de 12 meses:
- Se sienten preocupados con Internet (es decir, piensan en Internet mientras están desconectados).
- Sienten la necesidad de utilizar Internet durante periodos de tiempo crecientes para alcanzar satisfacción.
- No son capaces de controlar su uso de Internet.
- Se sienten agitados o irritables al intentar reducir o parar su uso de Internet.
- Utilizan Internet como una manera de escapar de los problemas o para aliviar un estado de ánimo negativo (sensaciones de desamparo, culpabilidad, ansiedad, depresión).
- Mienten a sus familiares o amigos para ocultar su grado de implicación con Internet.
- Ponen en peligro o se arriesgan a perder una relación significativa, un trabajo, u oportunidad educativa o profesional debido a Internet.
- Lo siguen usando incluso si implica una gran gasto de dinero.
- Se sienten mal cuando están desconectados (depresión y ansiedad crecientes).
- Permanecen conectados durante más tiempo de lo previsto en un principio.
Las personas que no satisfacían tres o más de estos criterios durante un período de 12 meses fueron clasificados como usuarios no dependientes. De los usuarios activos de Internet que se ofrecieron voluntariamente para el estudio, 396 (239 hombres y 157 mujeres) fueron clasificados como usuarios dependientes, y 100 (54 mujeres y 46 hombres) fueron clasificados como usuarios no dependientes.
Aquellos clasificados como usuarios dependientes de Internet, "mostraban patrones de comportamiento significativamente adictivos. También descubrimos que el uso de Internet puede interrumpir definitivamente su vida académica, social, financiera y ocupacional de la misma manera que otras adicciones bien documentadas como el juego patológico, trastornos de la alimentación y alcoholismo", explica la doctora Young.
Aunque investigaciones anteriores encontraron que los hombres desarrollan principalmente adicciones relacionadas con la tecnología, "nuestros resultados mostraron que los participantes que más satisfacían estos criterios y tenían más probabilidades de desarrollar una adicción a Internet eran mujeres de mediana edad y desempleados de ambos sexos."
No obstante, pasar mucho tiempo conectado a Internet no necesariamente indica la existencia de una adicción. Muchas personas utilizan Internet en su trabajo, estudios, para relacionarse con amigos, etc. durante horas sin que esto les suponga problema alguno. En cambio, el adicto a Internet utiliza algo no adictivo en sí mismo (como puede ser Internet, los video juegos o un teléfono móvil) de una manera patológica que le crea problemas en su funcionamiento diario y malestar emocional, pues lo utilizan como un modo de escapar de sus problemas, de una realidad que no les gusta o de emociones que consideran demasiado desagradables y no desean sentir. Es decir, no es que Internet produzca adicción, sino que las personas se vuelven adictas a algo, incluido Internet, como un modo de escapar de una realidad que consideran desagradable o amenazante.
¿Qué puedes hacer si utilizas Internet de una forma compulsiva?
Una vez que has reconocido que tienes un problema en tu uso de Internet, lo primero que has de hacer es tratar de descubrir qué es lo que te está llevando a comportarte así. Analiza tu vida, tus relaciones, tu trabajo, a ti mismo/a y pregúntate qué es lo que no te gusta, qué está faltando en tu vida, que debería cambiar, qué necesitas. Dedica tiempo a este análisis, escribe un diario, hazte preguntas y busca respuestas. Sobre todo pregúntate de qué estás huyendo o qué te causa tanto dolor que haces todo lo posible por no verlo.
Posiblemente este autoanálisis te resulte muy doloroso, pues precisamente es de lo que estás huyendo. Por eso, es muy importante estar dispuesto a soportar el dolor emocional y convencerte de que vale la pena y estás dispuesto a soportarlo por duro que parezca porque eso te aportará un gran crecimiento personal (véase el artículo sobre tolerancia a la frustración)
Después trata de pensar en todas las soluciones posibles y en lo que puedes hacer para llevarlas a cabo.
Si no puedes llevar a cabo este análisis de ti y de tu vida, entonces busca la ayuda de un psicólogo para hacer este trabajo juntos.