Autora: Ana Muñoz
Casi todas las mujeres hemos sido alguna vez víctimas de comentarios obscenos o tocamientos por parte de hombres por la calle o en algún otro lugar público. Dado que dudo mucho que sea el mismo hombre el que se mueve a velocidad del rayo por toda España haciendo obscenidades a las mujeres, esto significa que hay un porcentaje muy alto de hombres que acosan de algún modo a las mujeres cada día.
Pero, ¿por qué son tantos los hombres que se comportan de este modo? ¿Qué pretenden con ello? ¿Acaso obtienen algo al atemorizar a las mujeres? En realidad, los hombres heterosexuales, en general, ganan mucho con este sistema de terrorismo machista. Veamos cómo:
1. Un porcentaje significativo de hombres acosa a mujeres por la calle, de modo que las atemoriza mediante comentarios obscenos, tocamientos, abusos y violaciones. Las mujeres reaccionan con miedo: evitan salir solas de noche, buscan un hombre que las acompañe, desconfían, sienten ansiedad al pasar delante de grupos de hombres por la noche, etc. Es decir, el comportamiento de este amplio grupo de hombres crea una sensación de miedo y peligro generalizado en las mujeres.
2. Este comportamiento de los hombres cesa en tu totalidad (salvo raras excepciones) cuando una mujer va acompañada de su pareja (un hombre, por supuesto). Esto transmite a las mujeres el mensaje de que si “pertenece” a un hombre, los demás dejarán de atacarla, de manera que ese hombre funciona como el protector, el héroe salvador de la mujer.
3. Como consecuencia de esta percepción, las mujeres se sienten más seguras al tener una pareja masculina. Es decir, su “necesidad” de tener un hombre que las proteja de otros hombres aumenta. Además, la sociedad patriarcal utiliza otros mecanismos más para empujar a las mujeres a tener una pareja heterosexual: el mito del amor romántico como lo único que puede darnos la felicidad verdadera; hacerte creer que serás desgraciada si no tienes un hombre a tu lado; darle una importancia excesiva al hecho de tener una familia, etc. Todo esto empuja a las mujeres a pensar que “necesitan” encontrar una pareja masculina.
4. Al dar una importancia excesiva al hecho de tener un hombre a su lado, las mujeres estarán más dispuestas a aceptar parejas inadecuadas, a ceder ante los hombres, a realizar prácticas sexuales que no desean (como el sexo anal) solo por miedo a perder a su pareja, a realizar más tareas domésticas, a tener relaciones sexuales sin desearlo o a pesar de no llegar al orgasmo, etc.
Es decir, cuanto más importante sea para ti tener una relación, cuanto más creas necesitar una pareja, más dispuesta estarás a someterte a sus deseos para no perderlo. Por eso, el terrorismo machista funciona como un modo de empujar a las mujeres a “necesitar” un hombre a su lado, a sentirse más inseguras y desprotegidas sin ellos y, como consecuencia, a resignarse con hombres que no están a la altura (machistas, egoístas, misóginos, incompetentes sexuales, etc.).
El patriacado es un sistema que pretende asegurar que los hombres tengan siempre mujeres a sus disposición para cuidar de ellos y de sus hijos y para practicar sexo cuando lo deseen. Para ello, no duda en utilizar todos los medios a su alcance, desde dar una importancia excesiva a la relación de pareja heterosexual (frente a otras formas de convivencia) hasta utilizar el terrorismo machista para generar ansiedad y miedo en las mujeres y tratar de empujarlas a buscar un hombre.
De este modo, todos los hombres se benefician del terrorismo machista, incluso aquellos que nunca hacen comentarios obscenos, ni abusan, ni violan. Ellos también se benefician de los actos atemorizantes de los demás hombres. Por eso son tan pocos los que se toman en serio el problema. Prefieren no hacer nada y mirar para otro lado. Al fin y al cabo, cuando él va con su pareja, no suelen decirle nada a ella, así qué, para ellos, todo va bien.
¿Qué puedes hacer para no verte afectada por el terrorismo machista?
En primer lugar, no dejes que el miedo guíe tus acciones. Si estás con un hombre, no lo hagas por miedo a estar sola, ni para sentirte segura, ni porque crees que no tener pareja es algo malo. Ten una relación con un hombre solo si eres feliz con él, te trata con respeto, comparte las tareas domésticas en igualdad, te satisface sexualmente y no insiste en que hagas cosas en la cama que no deseas hacer.
No abandones a tus amigas. Ellas serán un gran apoyo, te harán compañía, os divertiréis juntas y os ayudaréis mutuamente.
Aprende a defenderte. Aprende artes marciales, lleva algún tipo de arma o defensa personal, graba vídeos para emitir en directo en Instagram cuando algún hombre te acose.
No te vistas para gustar a los hombres. Vístete para gustarte a ti. Ten en cuenta que la ropa con la que a los hombres les gusta ver a las mujeres es ropa “discapacitante”: tacones altos, faldas estrechas, escotes, poca ropa, sujetadores incómodos que solo sirven para realzar los pechos... Vestida así no puedes correr, no te puedes mover libremente, no te puedes defender, eres más como una niña indefensa, estás físicamente discapacitada y necesitada de ayuda (para subir unos escalones demasiado altos, bajar una cuesta, etc.). Por tanto, piensa muy bien cómo quieres vestirte y por qué y decide pensando solo en ti misma y tus propios deseos.
En definitiva, sé consciente de que el terrorismo machista te está presionando desde muchos frentes para que “necesites” un hombre desesperadamente. El patriarcado intentará hacerte sentir débil, generarte miedo y dejarte indefensa y sumisa. Por tanto, no dejes que el terrorismo machista te doblegue y te empuje a hacer algo que no deseas hacer. Piensa que no tienes que aguantarlo todo solo por seguir teniendo pareja. Puedes ser feliz viviendo sola, con tus amigas, con tu perro/gato o con una pareja mujer… Pero elijas lo que elijas, hazlo desde la libertad, no desde la necesidad o el miedo.