Autora: Ana Muñoz


Las personas con este trastorno tienen una historia de comportamiento antisocial crónico que incluye un patrón de desprecio y violación de los derechos de los demás y una incapacidad para aceptar las normas de la sociedad. También suelen llamarse psicópatas o sociópatas.

La conducta antisocial comienza antes de los 15 años de edad y continúa en la edad adulta; se caracteriza por una falta total de preocupación por los estándares legales o morales de la sociedad, así como una marcada incapacidad para llevarse bien con los demás.

En algunas ocasiones, las personas con este trastorno pueden parecer encantadoras en la superficie, pero se irritan con facilidad y son propensos a ser agresivos e irresponsables en múltiples áreas de sus vidas. A menudo abusan de las drogas y el alcohol, pudiendo usar múltiples drogas, como marihuana, alcohol, cocaína o anfetaminas. Suelen verse envueltos en actividades que implican riesgo y búsqueda de sensaciones, así como en actividades delictivas.

Algunos autores distinguen entre psicópatas primarios y psicópatas secundarios. La psicopatía primaria se caracteriza por una aparente ausencia de remordimiento, ansiedad o culpa por la conducta ilegal o inmoral. Debido a que puede hacer cosas como mentir en provecho personal, hacer daño a otra persona sin sentir nerviosismo ni remordimiento, se considera que carece de conciencia moral. Por el contrario, el psicópata secundario es una persona capaz de llevar a cabo el mismo tipo de conductas explotadoras que el primario, pero dice experimentar sentimientos de culpa por haber hecho daño a los demás. Puede temer las consecuencias negativas de su mala conducta pero sigue comportándose del mismo modo, posiblemente debido a un pobre control de sus impulsos y a una gran labilidad emocional.

Diagnóstico

A. Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los siguientes ítems:

  • Fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención
  • Deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por placer
  • Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro
  • Irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones
  • Despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás
  • Irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas
  • Falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación del haber dañado, maltratado o robado a otros

B. El sujeto tiene al menos 18 años.

C. Existen pruebas de un trastorno disocial que comienza antes de la edad de 15 años.

D. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia o un episodio maníaco.

La mente del psicópata

Estas personas piensan de un modo lineal, su percepción del mundo es personal, no interpersonal, no pueden adoptar el punto de vista de otras personas al mismo tiempo que el propio y son incapaces de asumir el rol del otro. Sólo tienen en cuenta las reacciones de los demás después de tratar de satisfacer sus propios deseos.

Los psicópatas no tienen sentido social. Sólo piensan en términos de su propio interés y sus elecciones están destinadas a obtener satisfacciones inmediatas o evitar castigos inmediatos sin tener en cuenta a otros. Hacen lo que les gusta y desean en cada momento, sin importar si eso perjudica a los demás.

Las personas con trastorno antisocial de la personalidad suelen tener una serie de creencias y actitudes que guían su conducta. Entre ellas se encuentran las siguientes (Beck, 1992)

1. Justificación: "Mis acciones se justifican porque quiero algo o quiero evitar algo".

2. Todo lo que se piensa es verdad: "Mis pensamientos y sentimientos son totalmente exactos, simplemente porque se me han ocurrido".

3. Infalibilidad personal: "Siempre elijo bien".

4. Lo que se siente es lo real: "Sé que tengo razón porque siento que está bien lo que hice".

5. Impotencia de los otros: "Lo que piensen los otros no tiene por qué pesar en mis decisiones, a menos que controlen las consecuencias inmediatas para mí".

6. Consecuencias de bajo impacto: "No habrá consecuencias indeseables o no me importarán".

Los psicópatas suelen mantener creencias interesadas, que subrayan las satisfacciones inmediatas y personales y restan importancia a las consecuencias futuras. Dado que la conducta de estas personas suele enfurecer o hacer daño a los demás, a menudo les dan consejos para que traten de cambiar, pero ellos descartan tal información como irrelevante y nunca piden consejo a otras personas. Lo único que les importa es el presente y no tienen perspectivas de futuro ni les importa lo que sucederá mañana o las consecuencias futuras de su conducta, de manera que no se ven afectados por la amenaza de un castigo futuro.