Autora: Ana Muñoz
Consulta: Estoy enamorado de una chica que tiene novio y no piensa dejarlo por mí. Tuvimos un romance fugaz y hemos decidido cortar ante la imposibilidad de estar juntos y por el sufrimiento que me acarrea la relación paralela. ¿Hay alguna forma de liberarse del amor o desenamorarse?
Respuesta: Es posible modificar los sentimientos y transformar lo que llamamos emociones negativas inadecuadas en emociones negativas adecuadas. Las primeras serían emociones muy intensas que originan un gran sufrimiento e impiden actuar de modo funcional, como la depresión o la ansiedad. En cambio las emociones negativas adecuadas se viven de un modo soportable y no conllevan ese sufrimiento (por ejemplo, tristeza en vez de depresión, o preocupación en vez de ansiedad).
Lo que no se puede (ni se debe) hacer es transformar las emociones negativas inadecuadas en emociones positivas (la depresión en alegría, por ejemplo) porque eso supondría negar los propios sentimientos; es decir, sería una represión que a la larga daría más problemas.
Esa transformación de las emociones se realiza mediante la transformación del pensamiento, ya que en buena parte, tus emociones provienen de tu propio pensamiento. Por ejemplo, no sentirás lo mismo si piensas: "No puedo estar sin ella, es el amor de mi vida, no voy a encontrar nunca a nadie como ella, me quedaré sólo para siempre" que si piensas: "Me encantaría poder estar con ella, pero lo ha decidido así y he de aceptarlo, no hay motivo para pensar que no vaya a encontrar a alguien; de hecho incluso existe la posibilidad de que llegue a encontrar a alguien mejor; hay muchas personas que, tras una ruptura, han encontrado a otra persona e incluso le ha ido mejor en esa relación que en la anterior.
No hay motivo para pensar que yo no pueda ser uno de ellos". Son dos formas de interpretar la misma realidad, solo que la primera forma es menos realista y utiliza conclusiones ilógicas ("Como ella no quiere estar conmigo eso significa que nadie querrá estar conmigo nunca"), mientras que la segunda se atiene más a la realidad, a la lógica y a las evidencia y, por tanto, genera un menor malestar emocional.