Autora: Ana Muñoz
Los investigadores de la Universidad de Boston Jasper Smits y Michael Otto realizaron una revisión y análisis de los estudios que investigaban la relación entre ejercicio y estado de ánimo o ansiedad. Llegaron a la conclusión de que el ejercicio puede ayudar a aquellas personas que padecen síntomas de depresión o ansiedad. En concreto, entre 75 y 150 minutos de ejercicio a la semana es suficiente para producir una mejoría en las personas.
Las investigaciones mostraban que las personas que hacen ejercicio de forma habitual tienen menos síntomas de ansiedad. Parece ser que el ejercicio ejerce una influencia en los neurotransmisores en el cerebro. Tras 25 minutos de ejercicio, el estado de ánimo mejora, se reduce el estrés y los niveles de energía aumentan.
Por tanto, si padeces ansiedad, depresión o estrés, no es mala idea empezar a hacer ejercicio a diario. Por supuesto, a una persona deprimida puede faltarle la motivación y las ganas para hacer ejercicio, pero hay algunas estrategias que pueden ayudarte a ponerte en marcha:
Pon música. Puedes usar un reproductor de mp3 y auriculares, que te permitirá llevar la música contigo estés donde estés. Elige música alegre y estimulante, que te empuje a moverte.
Piensa que cualquier sitio vale para hacer ejercicio. No es necesario que vayas a un gimnasio, si eso te resulta difícil debido a tu depresión; puedes hacer ejercicio en tu propia casa: bailar, saltar, correr, hacer una tabla de ejercicios, subir y bajar las escaleras... Con un poco de imaginación puedes convertir tu casa en un gimnasio sin gastarte un céntimo. O bien puedes comprar alguna máquina como una bicicleta estática, cinta de correr, etc. O puedes salir a la calle a correr, patinar, practicar algún deporte con alguien, como tenis o pádel, etc. Busca algo que te resulte fácil de hacer. Lo importante es arrancar y empezar a sentirte mejor.