Autora: Ana Muñoz
Superar una depresión no es fácil, porque para empezar a superarla necesitas hacer precisamente esas cosas que no deseas hacer porque tu estado de ánimo y falta de motivación te lo impide. Por este motivo, el primer paso para superar la depresión consiste en permitirte estar deprimido durante una temporada. Esto significa permitirte hacer solo lo mínimo imprescindible, no salir de casa si no te apetece, no estar con gente si no quieres y dormir más de la cuenta. Eso no es un modo de abandonarte, sino un modo de cuidar de ti y permitirte descansar mental y emocionalmente, alejarte emocionalmente del mundo durante un tiempo y dejar que tu cuerpo reponga sus energías, como cuando tienes una enfermedad que te obliga a estar en cama y no hacer nada más que dormir, comer y cuidarte.
Cuida de ti. Pero además de hacer lo que comento en el párrafo anterior, te será de gran utilidad combinarlo con pequeñas cosas sencillas que impliquen cuidar de ti y mimarte un poco, como darte largos baños de espuma, tomar tu comida favorita, hacerte un pequeño regalo, tomar el sol, escuchar tu música preferida, etc. Son cosas fáciles de hacer, que no requieren mucha energía pero que te aportan consuelo y te sientan bien.
Explora las posibles causas. El siguiente paso debería ser empezar a pensar en las causas de tu depresión. Si parece que no hay ningún motivo, entonces deberías empezar por hacerte un chequeo médico, para descartar algún problema físico, y luego revisar tu alimentación y proponerte hacerla más sana, tomar suplementos de vitaminas y minerales y tal vez hacer algo de ejercicio (aunque solo sea empezar con 5 minutos al día).
Si se debe a un motivo conocido, siéntate tranquilamente con un papel y un bolígrafo y empieza a idear posibles soluciones, tanto a corto como a largo plazo, para el problema que te preocupa. A veces, no podemos solucionar un problema a corto plazo, pero sí podemos dar un paso que nos acerque un poco hacia la meta deseada. Por tanto, piensa en ese paso que puedes dar ahora, por pequeño que sea, y ponte en marcha. Tener una meta y un plan de acción para alcanzarla es la mejor receta para salir de la depresión, porque te motivará y dará sentido a tu vida.
Acepta aquello que no puedes cambiar por ahora y ten paciencia. Tal vez tengas la sensación de que tu situación no va a cambiar jamás, pero la esencia de la vida es precisamente el cambio constante; no hay nada que sea para siempre y tu situación acabará cambiando, aunque tal vez tarde un tiempo en producirse ese cambio y tengas que luchar paso a paso para acercarte lenta y pacientemente a tu meta.
Revisa tu forma de pensar. No caigas en un pensamiento catastrofista, negativo y pesimista donde solo ves lo malo y donde ves tragedias donde solo hay inconvenientes. Procura pensar de forma realista y constructiva. Observa tus pensamientos y cuando te “pilles” pensando cosas como “no valgo para nada, soy gafe, todo me sale mal, jamás saldré de esta, nada cambiará…”, pregúntate: ¿estoy siendo realista al pensar así, de verdad va a pasar eso, estoy exagerando, estoy siendo catastrofista, estoy pensando de un modo lógico…?
Ayuda a otros. Esto puede sonar extraño, pero lo cierto es que una persona deprimida se centra demasiado en sí misma y en sus problemas, de manera que se dedica a pensar en lo mal que está buena parte del tiempo y eso hace que se sienta peor y se acabe compadeciendo de sí misma. Una de las mejores cosas que puede hacer una persona para superar una depresión consiste en ayudar a otros, ya sean personas o animales; por ejemplo, colaborando en una ONG, aunque solo sea unas pocas horas a la semana.
Y, sobre todo, date tiempo, acepta que ahora estás mal y sé tolerante contigo y paciente. El futuro es siempre distinto y los cambios jamás dejan de suceder.
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