Los siguientes remedios homeopáticos son los más utilizados en casos de trastornos emocionales y síntomas psicológicos (ansiedad, depresión, nerviosismo, miedo, irritabilidad...).
Acidum phosphoricum
Desinterés, indiferencia, apenas es capaz de sentir algo, no tiene ganas de nada, pérdida de apetito. No es capaz de encontrar las palabras oportunas ni coordinar sus ideas. Le resulta muy difícil concentrarse en su trabajo, da la impresión de estar distraído o ausente, se le olvida lo que tiene que hacer, nada le importa. Esta muy triste, no quiere hablar con nadie, solo que lo dejen solo. No tarda en producirse también un agotamiento físico que le obliga a acostarse. Suele caer en este estado cuando tiene grandes preocupaciones, nostalgia, decepciones, agravios, desplantes, problemas amorosos.
Aconitum
Miedo a morir, pánico intenso, ataques de pánico, fuertes palpitaciones, rostro enrojecido, sensación de que todo se mueve a su alrededor, le falta el aire. Miedo cuando está entre mucha gente, en espacios estrechos (claustrofobia), miedo a salir de casa. Todo le angustia y le entristece. Se altera por pequeñeces que antes le pasaban inadvertidas, se sobresalta. Sensación de constricción en la cabeza, con calor y dolor. El corazón le palpita con rapidez, aumentando la inquietud, la angustia, el miedo a morir.
Argentun nitricum
Miedo en situaciones concretas: a las alturas, a espacios estrechos, aglomeraciones, colas. Ansiedad de anticipación: miedo a los exámenes, las entrevistas, a actuar en público, a llegar tarde. Siempre tiene prisa. Si en la calle se ve rodeado por el gentío, se siente agobiado de repente, con angustia, y un miedo a que los edificios se le caigan encima que se apodera de él o ella de repente. Miedo a emprender algo. Necesidad de compañía, la idea de quedarse solo le aterra. Los disgustos, las preocupaciones y los esfuerzos físicos o intelectuales le abruman. A veces reacciona con gran mal humor y antipatía. Cuando más se prolonga esta situación mayor es su apatía e indiferencia. Se vuelve triste, taciturno e insociable. Tiene fases de excitación en las que pensamientos desagradables se agolpan en su mente y le agobian y desesperan.
Staphisagria
Sentimientos reprimidos, hipersensibilidad, se siente ofendido por cualquier cosa. Se traga sus sentimientos y reprime su agresividad, no exterioriza su exasperación. Da la impresión de estar siempre a punto de estallar. Pierde el control, lanza objetos contra el suelo o contra la pared. Trastornos que aparecen después de un disgusto, una discusión o una preocupación. No sabe imponer sus convicciones y siempre acaba cediendo en debates o discusiones, le falta carácter para imponerse. Es una persona bondadosa, amable, sensible, que odia las discusiones y las injusticias. Le cuesta superar las humillaciones. Está cansado, le tiemblan las manos, no tiene ganas ni fuerzas para hacer nada, su capacidad de concentración y rendimiento intelectual están mermados. El sexo desempeña un papel importante en su vida, pero debido a su represión interna, su satisfacción se realiza más en la imaginación que en la realidad.
Arsenicum album
Agotamiento físico junto con una gran agitación: hace planes, se pasea nervioso de un lado a otro, no puede descansar. Es una persona perfeccionista, obsesionada con el trabajo, angustiado. Extremadamente meticuloso, se exige el máximo rendimiento. Obsesión por el orden, el control, la disciplina. Agitación e irritabilidad ante situaciones inesperadas. Es tenaz y perseverante, pero puede desmoronarse repentinamente. A medida que aumenta su agotamiento, siente más miedo e inquietud. Persona hipersensible, que intenta arreglárselas por sí misma a base de derrochar energías, de no escatimar esfuerzos, y de autodisciplina, hasta que no puede más y se desploma. Miedo incontrolado (a estar solo, a los ladrones...), miedo por cualquier tarea nueva, miedo por su salud. Le aterra tener que enfrentarse a a algo nuevo. Le atormenta la idea de que lo que hace no es correcto. Tendencia a reprochar a los demás cualquier falta. Desconfiado e irritable, cansado de la vida. La angustia le oprime el pecho y le impide respirar normalmente. Cuando siente miedo, el corazón le palpita con rapidez.
Aurum metallicum
Reservado, vive solo, al margen de todo, sin relacionarse con nadie. Trabaja duro y con gran sentido de la responsabilidad. Reacciona con sensibilidad exagerada ante las críticas, se lo toma todo muy a pecho. A menudo, su humor cambia por la noche.
Causticum
Personas compasivas a quienes las desgracias de los demás le causan verdadero sufrimiento, marcado sentido de la injusticia. Persona sociable y abierta. Está lleno de temores y expectativas alarmantes. De noche le dan miedo los ladridos de los perros.
Chamomilla
Persona sobreexcitada, amargada, nada le parece bien, todo le pone nervioso, discute con frecuencia, despotrica y le saca de quicio cualquier pequeñez. Reacciona bruscamente ante el dolor más insignificante. Siempre está de mal humor, es impertinente, obstinado e injusto. Se siente agobiado, no descansa, por la noche no para de dar vueltas en la cama. Muy sensible al dolor, se alterna excesivamente cuando toma café.
Cocculus
Síntomas debido a injusticias y decepciones. No puede superar los disgustos ni las decepciones. Se siente débil, apenas habla, cualquier cosa le ofende. Irritable, sensible, se sobresalta, se asusta por nada. Debilidad por falta de sueño o por una prolongada sobrecarga física o intelectual. Le resulta difícil ordenar sus ideas, todo lo hace a rastras. Poco a poco va perdiendo seguridad en sí mismo y al final no es capaz de terminar nada de lo que empieza. A veces cambia de humor repentinamente, no soporta que lo contradigan. Se pone nervioso cuando se siente sobrecargado.
Coffea
Sobreexcitación, insensibilidad, gran fluidez de ideas. Nervioso, no puede dormir, exasperación. Empeora cuando abusa del café. Por lo general suele estar tranquilo y de buen humor, con un carácter alegre, extrovertido y fantasioso. Pero es excesivamente nervioso y en etapas de mayor excitabilidad, las ideas se agolpan en su mente, que permanece hiperactiva hasta altas horas de la noche. Tan pronto se siente eufórico como angustiado.
Gelsemium
Miedo que debilita y paraliza, la cabeza le da vueltas, tiene ganas de orinar, de defecar, miedo a actuar en público, a los exámenes. Por cualquier excitación le tiembla todo el cuerpo. Tímido. Miedo a emprender algo, aunque solo sea ir al cine. Se altera por cualquier cosa y, cuando esto sucede, se siente débil y le tiembla el cuerpo. Miedo expectante ( de ir al médico, a una reunión de trabajo, de tener que emprender algo...). Propenso a los dolores de cabeza y a las sensaciones de debilidad y desvanecimiento.
Ignatia
Personas caprichosas, cuyo estado de ánimo varía continuamente. Es una persona animada, hipersensible y nerviosa que actúa con rapidez. Son personas activas y de mente despierta, sensibles, a veces sus pensamientos son más rápidos que sus palabras. Si le niegan algo se siente profundamente dolido, con accesos de rabia fuera de lugar. Tiene dotes de actor, le gusta actuar ante los demás y desconcertarlos o asustarlos por capricho. En general es más bien introvertido y procura no compartir con nadie sus preocupaciones. Es muy sensible a los agravios, las decepciones, las desdichas. Suspira con frecuencia. Llanto convulsivo. Tan pronto actúa como una persona dura, que da la impresión de ser un blando; en un instante puede pasar de la risa al llanto. Cuando se irrita no soporta que nadie lo contradiga y discute acaloradamente. Para protegerse de la sobreexcitación que le produce su entorno, se encierra en sí mismo, malhumorado y afligido. Se siente ofendido por cualquier insignificancia.
Lachesis
Personas excesivamente locuaces, que no acaban las frases, pasan de un tema a otro, sus pensamientos son más rápidos que sus palabras. Se siente mejor al terminar su jornada laboral; entonces se siente animado y de buen humor, pero aún se nota su nerviosismo e inquietud. Recelo y desconfianza hacia los demás; piensa que lo critican, celos. Los episodios de excitación van seguidos de fases depresivas, sobre todo por la mañana, cuando se siente angustiado y deprimido. No tiene ganas de trabajar, solo quiere desentenderse de todo lo que le rodea o distraerse con cualquier cosa. Sofocos, a versión a todo lo que le oprima la piel.
Lycopodium
Personas enfurecidas e irritadas por inseguridad y estrés, y también frente a los más débiles. Carácter colérico debido a miedo e inseguridad o complejo de inferioridad, ante una gran responsabilidad o expectativas demasiado grandes. Exteriormente parece una persona amable, exitosa y sociable, pero en su interior necesita aferrarse a algo tangible y racional por miedo a encontrarse con sus sentimientos y no poder soportarlos. Inteligente e intelectual, usa su inteligencia como arma para ocultar los sentimientos de inferioridad. Personas tiránicas y dictadoras.
Natrum muriatucum
Seriedad y preocupación constante, le pone nervioso tener compañía, no soporta las simplezas. Odio y resentimiento hacia alguien. Triste, desconsolado, llora, pero no quiere que lo consuelen, la compasión lo agrava. Claustrofobia. Miedo al ridículo. Siente una profunda tristeza interior, tendencia a pensar una y otra vez en sus desgracias. Es introvertido, lo cual le impide hablar con los demás de sus problemas. Si alguien trata de consolarle se echa a llorar y se avergüenza. Mal genio y hasta desconsideración hacia quienes solo pretenden ayudarle. Descontento con todo, amargura, no quiere saber de nada ni de nadie.
Nux vomica
Fluctúa entre la sobreexcitación y el agotamiento, entre el entusiasmo y el pesimismo. Es una persona nerviosa, impetuosa, activa, ambiciosa y eficaz en el trabajo. Necesita fuertes dosis de incentivo intelectual y la afluencia de ideas a su mente le hacen sentir bien. Piensa más en sí mismo que en los demás, le gusta hablar de sí mismo. La sola idea de que alguien pueda interponerse en su carrera profesional le consume. Es extremadamente sensible a la luz intensa, los olores, los ruidos, las corrientes. Se impacienta y se enfurece cuando alguien se interpone en su camino. Carácter irritable y caprichoso. Tiene ataques de rabia, es celoso, terco, obstinado, hace reproches a los demás, a todo le saca faltas. Necesita estimularse tomando café, bebiendo algo o mediante el sexo. Puede tener falta de energía, que le hace sentirse fracasado, amargado, sin ganas de hacer nada. Sus problemas emocionales repercuten a menudo en su organismo, provocándole problemas digestivos. Por las mañanas está irritable y de muy mal humor.
Phosphorus
Es muy sensible para detectar cualquier variación, tanto meteorológica como ambiental; se excita por nada y esta excitación le hace sentir bien. Es entusiasta y vital, aunque sus reservas de energía son escasas; inteligente, desenfadado, fantasioso, con tendencia a excederse y a empezar cosas que luego abandona. Tiene fases de agotamiento físico y psíquico en las que se encierra en sí mismo, no quiere saber nada de nadie, tiene problemas de concentración y le resulta cada vez más difícil hacer su trabajo. Desconfía de quienes le rodean y si alguien duda de su capacidad se enfurece y discute. La excitación nerviosa le debilita y le hace temblar. Tiene miedo a la oscuridad, a estar solo, a los ladrones, a los fantasmas. A pesar de estar abatido, sigue excitable y con la cabeza llena de fantasías.
Pulsatilla
Personas sensibles e inconstantes. En su interior parecen coexistir dos caracteres distintos: uno apacible, resignado, tímido, moderado y siempre dispuesto a ayudar; otro, irritable, susceptible, voluble, con mal genio. En ocasiones puede ser mezquino, egoísta, desconfiado y celoso. Cuando se irrita se queda sin fuerzas enseguida, se vuelve apático, perezoso, acomodaticio; otras veces se comporta con altivez. Todo esto se debe a su desbordante afectividad. Tan pronto llora como ríe, puede llegar a echarse a llorar por nada, y puede olvidar por completo sus penas de repente y verse invadido por una sensación de alegría y ganas de reír. Para esta persona es sumamente importante sentirse próximo a alguien, atendido y protegido. Al sufrir un fuerte choque emocional aparecen trastornos psicosomáticos. Cuando se asusta reacciona con diarrea o con un nudo en la garganta. La falta de afecto o estima le pone nervioso y le irrita, se vuelve impertinente y un poco infantil. Toma decisiones impulsivas y se deja influenciar con facilidad, lo cual produce en los demás la impresión de que es superficial y poco fiable.
Sepia
Gran excitabilidad y sensibilidad, pérdida de interés por su trabajo o por sus seres queridos, se encierra en sí mismo y se olvida de su vida sentimental o sexual. Las personas a las que antes quería, como su pareja y sus hijos, ahora le son indiferentes. Ya nada le agrada, todo lo que antes daba sentido a su vida, ya apenas le interesa. Por las mañanas tiene que hacer un gran esfuerzo para acudir al trabajo y solo hace lo imprescindible; su sentido del deber es lo único que le impide abandonar sus actividades profesionales o desentenderse de sus tareas. Por lo general, no exterioriza su estado, sino que lo oculta para no tener que sincerarse con nadie; incluso se resiste a pensar en su propio estado, y cuando lo hace no puede contener las lágrimas. Tendencia a descubrir malas cualidades en los demás para ponerlos en evidencia con observaciones mordaces. Busca la compañía de otras personas pero no establece verdaderos lazos de amistad, por lo que se refugia en el plano intelectual o en el trabajo. Su estado empeora antes y durante la menstruación, tiene problemas menstruales, e indiferencia o aversión al sexo.
Silicea
Sensación de agobio, que le pone de mal humor. Se vuelve terco, intransigente, irritable y nervioso. Siempre quiere tener razón y reacciona con una sensibilidad exagerada ante cualquier rechazo o decepción. Se asusta por nada y se enfurece con rapidez. Duda enseguida de su capacidad. Necesita mucho apoyo y protección de otras personas. Le asustan los retos y el esfuerzo intelectual. Falta de atención y mala memoria. Poca capacidad de resistencia. Se siente intelectualmente agotado, sensible, autocompasivo, con ganas de llorar. Es inteligente pero le falta empuje, seguridad en sí mismo y saber imponerse a los demás. No se atreve a emprender nuevos proyectos, desconfía de su capacidad y subestima su talento. Se siente solo, abandonado, se siente un inútil y se deprime. La falta de perseverancia es su problema principal. Le cuesta terminar los trabajos, se cansa enseguida. Es hipersensible: el menor ruido lo sobresalta, los olores penetrantes, las luces intensas. No le faltan arranques de intransigencia y terquedad.