Autora: Ana Muñoz

La depresión puede tener múltiples causas. Aunque entre las causas más comunes se encuentran el estrés o los temas emocionales no resueltos, también puede deberse a factores médicos, como hipoglucemia, anemia, baja función adrenal o problemas en la glándula tiroides. Otras causas son las deficiencias nutricionales (sobre todo de vitamina B12, B6,B1, ácido fólico, tirosina y triptófano), ciertas medicaciones o candidiasis sistémica. Por este motivo, es importante hacerse una revisión médica y analíticas que descarten las causas físicas. Las analíticas deberían centrarse en los niveles de vitaminas, minerales, hormonas, aminoácidos, glucosa, así como evaluar la posible existencia de alergias alimenticias, infección por hongos (como candida albicans) y metales tóxicos.

Si la depresión es debida a causas psicológicas, puede ser necesario acudir a un psicólogo para un tratamiento mediante psicoterapia que te ayude a solucionar los problemas (en tu entorno, tu comportamiento, tu modo de pensar, etc.) que están causando la depresión.

Cualquiera que sea el motivo, las medicinas alternativas pueden servirte de ayuda, junto con una psicoterapia, si la consideras necesaria.

Entre los síntomas de la depresión se encuentran los siguientes: tristeza, apatía, fatiga, incapacidad para disfrutar con actividades que te resultaban agradables, problemas de sueño (insomnio o exceso de sueño), falta de deseo sexual, alteración del apetito (comer en exceso o demasiado poco), dolores de cabeza, problemas digestivos, dolor de espalda, problemas para concentrarte o tomar decisiones, sentimientos de inutilidad, baja autoestima, desesperanza, irritabilidad, culpa.

Alimentación

Haz una dieta equilibrada que contenga carbohidratos complejos procedentes de alimentos como cereales integrales, frutas, verduras y legumbres. Los carbohidratos complejos son ricos en serotonina, cuya deficiencia puede causar depresión e insomnio.

Las proteínas incrementarán tu nivel de energía. Toma proteínas de calidad, que encontrarás en la soja, las alubias, pavo, pollo, huevo y frutos secos (sobre todo las nueces) y semillas.

Toma pescados como salmón, caballa y bacalao tres veces a la semana.

Para mantener tus niveles de glucosa equilibrados, haz 5 pequeñas comidas al día en vez de tres comidas abundantes.

Toma una cucharada de semillas de lino al día. Es una gran fuente de fibra y ácidos grasos esenciales. Añade también una cucharada de aceite de semillas de lino a tus ensaladas.

Algunas personas deprimidas tienen alergias alimenticias. Puede ser cualquier alimento, pero el trigo es uno de los principales. Ten en cuenta esta posibilidad e investiga si tienes alergia a algún alimento, empezando por aquellos que consumes con más frecuencia.

Reduce el consumo de grasas saturadas e hidrogenadas, pues aumentan la fatiga.

La cafeína y el azúcar pueden hacer que te sientas mejor temporalmente, pero después tendrán el efecto contrario, produciendo cansancio e irritabilidad. Evita también el alcohol, pues es un depresor.

Suplementos y plantas

S-adenosilmetionina (SAMe). Toma 200 mg en comprimidos con cubierta entérica dos veces al día durante dos semanas, con el estómago vacío. Si hay poca mejoría, aumenta la dosis a 400 mg dos o tres veces al día. La SAMe aumenta la concentración de neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo. Tómalo junto con 50 mg de un complejo vitamínico del grupo B, ya que las vitaminas B6, B12 y ácido fólico están implicadas en su metabolismo.

5-Hidroxitriptófano (5-HTP). Empieza tomando 50 mg tres veces al día con el estómago vacío. Si es necesario, puedes aumentar la dosis hasta 100 mg tres veces al día. Es un precursor del neurotransmisor serotonina. Toma 50 mg de un complejo de vitamina B, ya que la B6 es necesaria para su metabolismo. No lo tomes junto a fármacos para la depresión o la ansiedad.

Hipérico (Hypericum perforatum). Toma 300 mg de un producto que contenga 0,3 por ciento de hipericina tres veces al día. Sirve de ayuda en casos de depresión leve o moderada.

Complejo vitamínico B. Toma 50 mg una o dos veces al día. Están implicadas en el metabolismo de los neurotransmisores.

Aceite de pescado. Toma de 500 a 1000 mg al día (repartidos en tres tomas) de un producto que contenga EPA Y DHA. Ayudan a mejorar la función de los neurotransmisores.

Ginkgo biloba. Toma de 60 a 120 mg dos veces al día. Mejora el flujo sanguíneo al cerebro y la función de los neurotransmisores.

Detoxificación

Si has estado llevando una dieta rica en azúcar refinada y grasas saturadas o si tienes alguna alergia alimenticia, puede venirte bien hacer un ayuno de tres días a base de zumos de frutas y verduras.

Acupresión

Para la depresión y la ansiedad trabaja el punto 1 de pulmón del siguiente modo:

Siéntate en un sillón cómodo. Debajo de tu clavícula, junto a la parte superior de tu brazo, encontrarás una pequeña hondonada blanda (en la imagen, el punto llamado LU-1). Ejerce una ligera presión en este punto (en ambos lados de tu cuerpo) cruzando tus brazos sobre tu pecho. Mientras presionas, inclina tu cabeza y haz tres respiraciones normales y una cuarta llenando completamente tus pulmones, retén al aire un momento y libéralo lentamente.

  • Punto 36 de estómago: ayuda a aumentar el nivel de energía
  • Punto 23 de vejiga: para depresión con fatiga o miedo.
  • Punto 17 de vaso concepción: para depresión por una pérdida importante o con ansiedad.

Aromaterapia

  • Para la fatiga puedes usar los aceites esenciales de jazmín, geranio, neroli, rosa o bergamota.
  • Si estás intranquilo o ansioso, puedes utilizar lavanda o melisa.
  • Para calmarte y estimular el impulso sexual: ylang ylang y patchouli.

Reflexología

  • Para la depresión, trabaja las zonas del pie que corresponden a la cabeza, plexo solar, páncreas y glándulas endocrinas.
  • Para la fatiga, trabaja las áreas correspondientes a la columna, el diafragma y las glándulas adrenales.
  • Para un alivio rápido del estrés o la tensión, trabaja todo el pie con toques rítmicos y firmes, pero no profundos.

Masaje

Un masaje de cuerpo entero puede servir de gran ayuda. Puedes utilizar alguno de los aceites esenciales descritos en el apartado de aromaterapia, añadiéndolo al aceite de masaje.

El contacto físico puede ser de gran ayuda en la depresión, (tanto tocar como ser tocado) de modo que también puedes beneficiarte al dar masajes a tus seres queridos.

Homeopatía

Toma dos gránulos dos veces al día de una potencia 30 CH durante dos semanas. Cuando notes mejoría, deja de tomarlos, a no ser que los síntomas regresen.

Arsenicum album.  Depresión junto con ansiedad y inseguridad. Personas perfeccionistas con fobias severas. Inquietud e insomnio entre las 120 y las 2 a.m.

Aurum metallicum. Depresión profunda con ideas suicidas. Desesperación. Nota cierto alivio al estar al sol.

Ignatia. Depresión debido a una pérdida importante o a un trauma emocional, con rápidos cambios de estado de ánimo. Suspira con frecuencia y tiene la sensación de tener un nudo en la garganta.

Kali phosphoricum. Depresión debido a un exceso de trabajo, con fatiga mental.

Natrum muriaticum. Personas deprimidas que ocultan sus emociones o sentimientos. Reservados y retirados de los demás. En su interior desean estar con gente pero se sienten peor cuando otros los consuelan. Gran deseo de alimentos salados y aversión a la luz del sol.

Pulsatilla. Personas que rompen a llorar a la menor provocación. Buscan constantemente apoyo y consuelo de los demás. Son muy sensibles y se sienten mejor al llorar, al recibir atención, con los dulces y al aire libre. Los síntomas empeoran en habitaciones caldeadas. En las mujeres, los síntomas se agravan con la menstruación o menopausia.

Sepia. Mujeres que sienten indiferencia hacia su familia. Depresión, fatiga, irritabilidad, falta de deseo sexual. Se sienten mejor con el ejercicio y peor cuando las consuelan. Gran deseo de chocolate y alimentos salados o ácidos. Depresión relacionad con desequilibro hormonal, como en la menopausia o asociada a la menstruación.

Staphysagria. Personas que están deprimidas por suprimir emociones (como la ira). Suelen ser personas calladas, que no saben defenderse, lo cual las lleva a sentir vergüenza y resentimiento. Es común el insomnio y el dolor de cabeza.