Autora: Ana Muñoz
Consiste en una inflamación de la piel, que aparece seca, roja y con picor. En algunas zonas puede haber ampollas y supuraciones y, finalmente, formarse costras.
Cuando el eccema es crónico, la piel sigue picando, pero se endurece y toma una consistencia parecida a la del cuero.
Por lo general, la mayor parte de los casos agudos se deben a alergias a alimentos u otras sustancias. El estrés y los problemas emocionales pueden agravar el eccema agudo e impedir que se cure.
Las zonas del cuerpo que se ven afectadas con más frecuencia son la cara o los pliegues de los codos, las rodillas o la ingle.
El eccema crónico suele implicar una historia familiar de eccema, asma o fiebre del heno
Entre las principales causas se encuentran las siguientes:
- Problemas emocionales o problemas para manejar el estrés.
- Alergia a algún alimento.
- Problemas en el sistema inmunitario.
- Candidiasis.
- Bajos niveles de ácidos grasos esenciales o incapacidad para procesarlos adecuadamente.
- Digestiones pobres.
- Acumulación de toxinas en el organismo.
- Cuando el eccema agudo se suprime con un tratamiento farmacológico (por ejemplo, con esteroides), puede acabar produciéndose un eccema crónico.
Alimentación
Toma alimentos básicos e integrales.
Comprueba si tienes alergia a algún alimento. Los principales son: productos lácteos, frutos cítricos, soja, huevos, trigo, tomates, mariscos y trigo.
Toma ácidos grasos esenciales cada día. Pescados como el salmón, la caballa o el arenque son muy ricos en ácidos grasos esenciales y la mejor fuente. También los encontrarás en las semillas de lino o en aceite de semillas de lino sin cocinar, pues se estropean al someterlos a altas temperaturas. Puedes añadir aceite de semillas de lino a tus ensaladas u otras comidas.
Toma semillas de girasol o calabaza cada día. Son excelentes fuentes de zinc, un mineral que ayuda a metabolizar correctamente los ácidos grasos esenciales.
Bebe un vaso de agua cada dos horas para estimular la eliminación de toxinas.
El estreñimiento puede afectar al cuerpo, ya que si los desechos permanecen mucho tiempo en el intestino, algunas sustancias de desecho pueden ser reabsorbidas, lo que no es ideal para la salud general. Por tanto, toma gran cantidad de frutas, verduras y cereales integrales, pues son ricos en fibra.
La vitamina A y el beta-caroteno son necesarios para una buena salud de la piel. Por tanto, toma verduras de hoja verde y vegetales de color naranja y amarillo, preferiblemente crudos, en zumo o poco cocinados.
La candidiasis es una causa posible de eccema. Toma productos como kefir o yogurt natural con bifidus activos para promover el crecimiento de bacterias saludables en tu organismo.
Elimina los aditivos de tu dieta, pues pueden producir alergia y sobrecargan tu cuerpo de toxinas.
Evita el azúcar, la cafeína, las especias y el alcohol, pues promueven la inflamación.
Detoxificación
Los problemas de piel suelen ser un indicio de que el organismo está intoxicado, tal vez debido a alérgenos, mala alimentación o por el efecto del estrés emocional.
Haz un ayuno de tres días a base de zumos de fruta y verdura. Incluye sobre todo espirulina y cebada.
Hierbas y suplementos
Ácidos grasos esenciales. Toma una fórmula que contenga una mezcla de ácidos grasos omega-3, 6 y 9. O bien, puedes tomar dos cucharadas de aceite de semillas de lino al día (para los niños, de media a una cucharada al día).
Vitamina C con bioflavonoides. Reducen la inflamación y ayudan e la curación de la piel. Toma 500 mg dos o tres veces al día.
Bardana (Arctium lappa). Tiene un efecto depurativo en la piel. Toma 300 mg en cápsulas o 1 ml de la tintura con cada comida. Para los niños, 150 mg o 0,5 ml.
Vitamina E. Ayuda en la curación de la piel e impide la oxidación de los ácidos grasos esenciales. Toma 400 UI al día: para los niños, 200 UI.
Aceite de onagra (oenothera biennis). Tiene un efecto antiinflamatorio en la piel. Toma 3000 mg al día. Para los niños, 1000 mg al día.
Alimentos probióticos. Toma una fórmula que contenga al menos 4000 millones de organismos vivos (activos), como bifidus o lactobacillus, pues están implicados en la correcta digestión, detoxificación y función inmune.
Homeopatía
Toma tres gránulos de una potencia 30 CH dos veces al día durante dos semanas. Cuando notes mejoría, deja de tomarlos. Escoge el remedio que describa mejor tus síntomas:
Arsenicum album. Erupciones dolorosas al tacto, hinchadas, secas y que pican. El eczema empeora en invierno y el picor se intensifica de noche, entre las 12 y las 2. La persona está inquieta y la piel empeora con aplicaciones calientes.
Calcarea carbonica. Personas fofas, con manos y pies fríos y húmedos. El eccema suele empeorar en invierno. La persona desea comer huevos y dulces.
Graphites. Piel seca que se vuelve gruesa y tiene una descarga parecida a la miel. El picor empeora en una cama caliente.
Medorrhinum. Eccema que ha estado dando problemas desde el nacimiento o desde muy temprana edad. La persona desea naranjas y hielo, tiende a tener mucho calor y suda con facilidad.
Mezereum. Eccema que forma ampollas y rezuma y luego forma una costra gruesa. Las aplicaciones frías el aire libre mejoran los síntomas.
Petroleum. Piel muy seca y agrietada, sobre todo en las palmas de las manos. El picor empeora de noche y con el calor de la cama.
Psorinum. Eccema crónico que obliga a la persona a rascarse hasta que sangra. Los síntomas son similares a los de sulphur, pero la persona es friolera.
Rhus toxicodendron.Eccema con aspecto de ampollas que pica mucho y mejora con aplicaciones calientes y el movimiento. La persona desea leche de vaca.
Sulphur. Piel seca, roja y que pica que empeora con el baño y el calor. La persona tiene calor, está inquieta y tiene sed de bebidas frías.
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