Autora: Ana Muñoz


Los siguientes consejos pueden ayudarte a detectar las señales de comunicación no verbal en otras personas y a usar mejor tus propias señales:

1. Presta atención a las señales no verbales, como el contacto ocular, los movimientos corporales, los gestos, la postura, el tono de voz. Si prestas atención captarás más cosas de su lenguaje no verbal.

2. Observa tu tono de voz cuando hablas. El tono de voz puede transmitir mucha información. Por tanto, es importante que sepas cómo tu tono afecta a los demás y a su modo de responderte. Trata de usar tonos de voz que enfaticen lo que estás diciendo. Por ejemplo, si quieres expresar interés, usa un tono de voz animado.

3. Busca conductas incongruentes. Por ejemplo, una persona puede estar sonriendo mientras cuenta algo triste, o puede mostrar un tono de voz alegre y despreocupado, mientas el resto de su cuerpo está tenso, etc. Cuando las palabras no coinciden con el lenguaje del cuerpo, las personas tienden a ignorar las palabras y centrarse en lo que les dice el lenguaje no verbal de su interlocutor.

4. Utiliza un contacto ocular adecuado. Si no miras a los ojos a tu interlocutor, darás la impresión de desinterés o de que tienes algo que ocultar. Si le miras demasiado fijamente lo pondrás nervioso. Lo habitual es que la persona que habla desvíe la mirada cada pocos segundos y la que escucha lo mire.

5. Usa el lenguaje no verbal para hacer que tu comunicación sea más efectiva. Es decir, proponte usar tus manos, tu postura, tu mirada, la sonrisa u otros gestos faciales de manera que apoyen y refuercen tus palabras. Esto es sobre todo importante cuando se habla a grupos grandes, pues lograrás que estén más atentos.

6. Ten en cuenta el contexto. Según el contexto en que te encuentres, el lenguaje no verbal puede variar. Por tanto, al comunicarte ten en cuenta si determinadas señales no verbales son apropiadas o no en función del contexto. Adáptate al nivel de formalidad que requiera la situación.

7. Busca grupos de señales no verbales. Una sola señal puede significar muchas cosas distintas o nada en absoluto. Por tanto, para leer bien el lenguaje no verbal mira todo el conjunto de señales que emite una persona. Además, una señal puede malinterpretarse. Por ejemplo, un apretón de manos débil puede hacerte pensar en una personalidad débil, pero podría deberse a algún problema de artritis. Si tienes en cuenta otras señales tendrás menos probabilidades de dejarte engañar por el débil apretón de manos.