Autora: Ana Muñoz
El perdón consiste en un cambio deliberado en tu actitud y tus sentimientos hacia una persona que te ha ofendido o dañado de algún modo, que produce una disminución del deseo de venganza y de las emociones negativas hacia esa persona.
Perdonar no necesariamente implica reconciliarse con el ofensor ni tener sentimientos positivos hacia esa persona, sino más bien dejar ir los sentimientos negativos, dejar de recordar continuamente lo sucedido, dejar de desear vengarse y dejar atrás el pasado para centrarse en el presente.
En algunos casos, el perdón implica reconciliarse con esa persona y seguir manteniendo una relación, pero en otros casos el perdón se produce junto con una ruptura de la relación con esa persona. Por ejemplo, si alguien te ha causado un daño en más de una ocasión, puede que llegues a la conclusión de que esa persona no es de fiar y no es tu amiga, de modo que optas por sacarla de tu vida, pero al mismo tiempo dejas atrás lo que te hizo, no deseas vengarte, no le deseas ningún mal y no sientes la necesidad de pensar más en lo sucedido; es decir, le has perdonado pero no te has reconciliado.
El perdón no implica que no reconozcas que lo que esa persona hizo fue injusto y que merecías que te tratara mejor. Perdonar no significa pensar que lo que hizo está bien. El perdón puede implicar dejar de condenar a la persona por lo que hizo, pero no dejas de condenar sus actos.
Perdonar tampoco significa olvidar. El olvido implica que has sacado de tu memoria lo sucedido, que has dejado de pensar en ello. En cambio, perdonar es algo más que dejar de pensar en lo que el otro ha hecho o sacarlo de tu mente.
Los beneficios del perdón
Perdonar tiene beneficios tanto para tu salud emocional como física, te ayuda a sentirte mejor y a seguir adelante con tu vida. Estos son los principales beneficios:
• Produce un cambio positivo en las emociones, pues ayuda a librarse de las emociones negativas que acompañan a la falta de perdón, como el resentimiento, el odio y los deseos de venganza.
• Mejora la salud física y mental y hace que disminuya el nivel de trastornos psicológicos (por ejemplo, se produce una disminución de los niveles de depresión, estrés e ira).
• Ayuda a la víctima a recuperar su sensación de poder personal. Mientras no perdonas, el ofensor tiene poder sobre ti incluso aunque esté a kilómetros de distancia, porque cada vez que recuerdas lo sucedido, te hace daño. Es como si tuviera el poder de hacerte el mismo daño una y otra vez. Al perdonar le quitas ese poder y logras que esa persona deje de estar en tu mente.
• Te ayuda a reconciliarte con esa persona, si ese es tu deseo.
• Reduce la respuesta fisiológica de estrés, mejorando la salud y el bienestar y produciendo una mayor sensación de control personal.
9 Pasos para el perdón
Una serie de investigaciones llamadas The Stanford Forgiveness Projects se realizaron para estudiar el efecto de ciertos programas psicoeducativos destinados a enseñar a las personas a perdonar. La intervención utiliza una combinación de técnicas cognitivas (para ayudar a detectar y modificar creencias irracionales), imaginación guiada, terapia narrativa (contar y reclamar una historia como propia) y manejo de estrés, para crear las condiciones más apropiadas para que el perdón sea más probable. Definen el perdón como la capacidad para permanecer en paz cuando no puedes conseguir lo que deseas. O, lo que es lo mismo, el perdón es un modo de hacer las paces con la palabra “no”.
Entre la metodología de los proyectos de Stanford se incluyen los siguientes pasos:
1. El primer paso consiste en saber cómo te sientes exactamente acerca de lo sucedido y ser capaz de explicar con palabras qué es lo que no está bien de la situación. Después, cuéntaselo a un par de personas de confianza.
2. Comprométete contigo mismo/a a hacer lo que tengas que hacer para sentirte mejor. El perdón es algo que haces por ti y no por ninguna otra persona.
3. El perdón no necesariamente significa reconciliarte con la persona que te hizo daño u olvidar su acción. Lo que estás buscando es encontrar paz. El perdón puede definirse como la sensación de paz y comprensión que procede de culpar menos a la persona que te ha dañado y tomarse la experiencia de forma menos personal.
4. Reconoce que tu principal malestar procede de los sentimientos, pensamientos y malestar físico que estás padeciendo ahora, no de lo que te ofendió o te hirió hace un rato (o hace años).
5. En el momento en que te sientas mal, practica alguna técnica simple de manejo del estrés.
6. Deja de esperar que los demás y el mundo hagan cosas que no tienen intención de hacer. Reconoce las “normas inaplicables” que tienes para tu salud o acerca de cómo los demás deberían comportarse, pues no puedes exigir que los demás o el mundo sean como tú deseas sino tan solo esperar, desear y hacer lo que esté en tu mano.
7. Busca otros modos de alcanzar tus metas, diferentes de la experiencia que te ha hecho daño. En vez de volver a visualizar lo sucedido en tu mente una y otra vez, busca nuevos modos de conseguir lo que deseas.
8. Recuerda que vivir una buena vida y ser feliz es la mejor venganza. En vez de centrarte en tus sentimientos heridos (y al hacerlo darle a la persona que los causó el poder de hacerte daño cada vez que lo recuerdes), aprende a buscar la amabilidad, amor y belleza que hay a tu alrededor, vivir experiencias positivas y rodearte de personas valiosas.
9. Cambia tu historia de dolor para que te recuerde la elección heroica de perdonar.
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