Autora: Ana Muñoz
El sentido del humor es la capacidad para poner las cosas en un contexto divertido, percibir la incongruencia, la ironía o el absurdo a nuestro alrededor y saber expresarlo de un modo que haga reír o divierta a los demás y a uno mismo.
Cómo son las personas con sentido del humor
Las personas con sentido del humor se divierten creando incongruencias o reconociéndolas cuando suceden a su alrededor, encaran la adversidad de un modo que les permite ver el lado positivo y son capaces de hacer reír a los demás. Cuando ven que otras personas tienen un estado de ánimo negativo, tratan de hacerles sonreír o alegrarles, ayudándoles así a ver las cosas menos negras. En sus vidas diarias, tratan de añadir algo de humor a casi cualquier cosa que hacen, no permiten que una situación negativa les quite el sentido del humor y siempre son capaces de encontrar algo por lo que reír o bromear.
Las personas con sentido del humor suelen se alegres y joviales en general, sonríen y ríen con facilidad y con frecuencia, pues hay muchas cosas que encuentran divertidas a su alrededor. En general, tienen un estilo de relacionarse que podría considerarse como juguetón y alegre.
El uso del humor
El sentido del humor puede usarse de un modo benigno o dañino.
Humor benigno. Sirve para mejorar las relaciones con los demás, afrontar la adversidad y manejar el estrés. Por ejemplo, cuando hacemos reír a alguien y nos divertimos juntos, estamos mejorando las relaciones por medio del sentido del humor y cuando una persona, sola o acompañada, se enfrenta con alguna dificultad, puede usar el sentido del humor para afrontar lo sucedido y sentirse mejor.
Humor dañino o destructivo. Por ejemplo, si alguien se ríe de los defectos de los demás o usa el humor para ridiculizarlos, recurriendo al sarcasmo y la burla, estaríamos hablando de un humor dañino o malicioso. Algunas personas lo usan como un modo de aumentar su autoestima a costa de rebajar a los demás.
Los aspectos positivos del humor están asociados a una mejor salud psicológica y mayor bienestar y a un estado de ánimo positivo. Por el contrario, los aspectos negativos están asociados a una baja autoestima, un pobre funcionamiento psicológico, falta de apoyo social y emociones negativas.
El humor relacionado con estereotipos (por ejemplo, la rubia tonta, etc.) está asociado a actitudes punitivas e intolerancia frente a la ambigüedad.
Crear humor frente a reconocerlo
No es lo mismo contar un chiste memorizado que inventar uno, como tampoco es lo mismo generar un comentario gracioso que reírse de los comentarios graciosos de los demás. Ambas cosas indican sentido del humor (por ejemplo, las personas con poco sentido del humor, nunca o casi nunca se reirán de los comentarios graciosos de los demás), pero no todo el mundo tiene la misma habilidad para crear humor.
La creación del humor o ingenio hace referencia a la capacidad para percibir la incongruencia y expresarla mediante un comentario ingenioso, rápido y espontáneo que hace reír a los demás. Esta capacidad está asociada con la creatividad y la inteligencia.
No obstante, para crear humor no basta con tener la capacidad, sino también es necesario estar motivado para hacerlo y desear comunicarlo a los demás. Si te has criado en un ambiente excesivamente serio, donde el sentido del humor estaba mal visto o con personas que han despreciado tus intentos de bromear, es posible que no uses con mucha frecuencia tu capacidad humorística, incluso aunque la tengas en un grado elevado.
Los efectos positivos del humor
El humor mantiene a las personas en un estado de ánimo positivo, mejora las relaciones con los demás y ayuda a afrontar mejor el estrés y la adversidad, puesto que nos ayuda a percibir una situación amenazante de forma más benigna. Por ejemplo, una persona cuya cojera le impedía caminar deprisa dijo en una ocasión en la que estaba a punto de llegar tarde a una cita importante: “Espera, que me echo la pierna al hombro y salgo corriendo”.
El sentido del humor mejora tanto la salud emocional como la física. Las personas con sentido del humor ríen con frecuencia y la risa produce cambios fisiológicos beneficiosos a nivel musculoesquelético, cardiovascular, inmunológico y nervioso.
El humor y la adversidad
Algunos autores consideran que el sentido del humor se desarrolla en la infancia a partir de circunstancias adversas como un modo de ganar la aprobación y atención de otras personas y afrontar unas circunstancias difíciles, que suavizan mediante el uso del sentido del humor. Por supuesto, no todas las personas criadas en ambientes desgraciados desarrollan el sentido del humor, pues cada persona es diferente y afronta sus problemas de modos distintos. Además, si el ambiente en que una persona crece es demasiado adverso o traumático, puede hacer que pierda por completo su sentido del humor.
No obstante, hay que destacar que la persona con sentido del humor es aquella que entiende las insuficiencias y frustraciones de la vida pero que sabe tolerarlas, olvidar y perdonar. El humor se basa en el conocimiento y aceptación de que nada ni nadie es perfecto en este mundo y las cosas malas nos pasan a todos tarde o temprano. Por este motivo, se considera una fortaleza del carácter.
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