Las personas con hemorroides y fístulas suelen presentar síntomas como picores, dolor y excoriación anal. Estos síntomas se tratan con la aplicación de supositorios y pomadas suaves. No obstante, es importante que exista una buena higiene, una alimentación adecuada para evitar heces duras y el uso de formadores de bolo, como el salvado.

Antihemorroidales calmantes. Contienen astringentes que producen alivio de los síntomas. Los anestésicos locales se usan para aliviar el dolor, aunque no se dispone de pruebas concluyentes sobre su eficacia y sólo deben usarse durante periodos cortos ya que pueden causar sensibilización de la piel anal

Entre los anestésicos locales utilizados se encuentran los siguientes: lidocaína, tetracaína (ametocaína), cincocaína y pramocaína (pramoxina).

Nombres comerciales:

Anso
Antihemorroidal Miguez
Hadensa
Hemo Derminiol
Hemoal
Hemonet
Preparacion H
Proctolog
Suaviplant Rectal
Titanorein Lidocaina

Antihemorroidales con corticosteroides. Sólo deben usarse de manera breve y ocasional, y siempre que no exista infección (como herpes simple). El uso prolongado puede causar atrofia de la piel anal. Los corticosteroides no son curativos y cuando dejan de usarse puede producirse una agravación. Pueden empeorar las lesiones ulceradas o sobreinfectadas. No se recomiendan para el tratamiento del acné vulgar. Los corticosteriodes más potentes pueden provocar supresión adrenal e incluso síndrome de Cushing. Para minimizar los efectos adversos debe aplicarse una capa fina sólo en la zona afectada y no más de dos veces al día.

Nombres comerciales:

Abrasone Rectal
Antihemorroidal Cinfa
Cohortan Rectal
Hemodren
Hemorrane
Hepro
Isdinium Rectal
Recto Menaderm NF
Ruscus Llorens
Scheriproct
Synalar Rectal
Synalar Rectal Simple
Trigon Rectal