Autora: Ana Muñoz
La psicología positiva puede servir como una guía que te indica cuáles son los comportamientos, actitudes, valores, formas de pensar, etc., que debes desarrollar para ser más feliz y llevar una vida más satisfactorias en todos los sentidos.
Para ello, has de empezar por tener presente un principio muy simple: lo que das a los demás o al mundo es, por lo general, lo que recibes; es decir, si eres amable con los demás, tendrás muchas más probabilidades de que los demás lo sean contigo. Si eres una persona positiva, no solo te rodearás de gente positiva sino que, además, las personas más positivas suelen tener mejores trabajos, mayores ingresos, relaciones más satisfactorias y mejor salud.
Por supuesto, esto no significa que, si eres una persona positiva, no te vaya a pasar nunca nada malo. Nadie está libre de los malos momentos o el sufrimiento. Sin embargo, ante las malas experiencias, las personas más positivas reaccionan también de modos más positivos. Es decir, no ven catástrofes sino inconvenientes o problemas, buscan soluciones, piden ayuda si la necesitan y utilizan la experiencia como indicio de que deben cambiar algunas cosas y para aprender y crecer.
Las personas positivas
• Las personas positivas a las que me refiero en este artículo serían aquellas que cultivan en un alto grado las características que estudia la psicología positiva (las llamadas fortalezas del carácter) y que ayudan a las personas a tener vidas más plenas y satisfactorias. Algunas de las características de estas personas serían:
• Las personas más positivas se preocupan por sí mismas y por satisfacer sus deseos, pero también se preocupan por los demás, no son egoístas, se esfuerzan por conocer a los demás, sus opiniones, sus sentimientos o las cosas que valoran, y procuran ser justos y amables con los demás. Eso hace que sean especialmente valorados por otras personas, se sientan queridos y cuenten con gente que les ayude en momentos difíciles. Al fin y al cabo, suelen recibir lo que dan.
• La mayor autoconfianza de las personas positivas hace que sean más autosuficientes y que crean más en su capacidad para afrontar los tiempos difíciles o solucionar sus problemas, y no suelen venirse abajo con facilidad ante los reveses de la vida. Es decir, tienen una imagen positiva de sí mismos, viéndose como capaces y competentes. Eso hace que se asusten menos ante los problemas de la vida que la persona que se ve a sí misma como incompetente e incapaz de afrontarlos.
• La vitalidad y el entusiasmo son cualidades que suelen formar parte también de las personas más positivas. Son optimistas y aman la vida, saben disfrutarla, saben divertirse, vivir, descubrir, aprender y sacar partido de lo que la vida puede ofrecerles. Eso hace que sean más felices.
• Las personas más positivas tienen también una mejor relación consigo mismas, y con sus emociones, pensamientos y conductas, se esfuerzan por conocerse y saber lo que sienten, se aceptan como son, tienen una buena capacidad para regular sus emociones y se relacionan bien con ellas, en vez de temerlas o verse dominados por ellas.
• Las personas positivas establecen metas realistas y se implican en ellas a todos los niveles: pensamientos, conductas, emociones. Además, son más perseverantes, lo que hace más probable que no abandonen al primer obstáculo y que, como consecuencia, alcancen sus metas. Saben lo que quieren pero no se limitan a desearlo o a soñar, sino que crean un plan de acción para conseguirlo y lo siguen aunque sea duro y aparezcan obstáculos.
Todo esto no es simplemente un modo de ser con el que algunos tienen la suerte de nacer, sino que son modos de comportarse, de pensar, de actuar o de ver la vida que pueden aprenderse y desarrollarse.
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