Autora: Ana Muñoz

El campo de la psiconeuroinmunología examina la interacción entre el funcionamiento fisiológico y la memoria, comportamiento o pensamiento.

La psiconeuroinmunología fue fundada a partir del trabajo de George Solomon, que sugirió que al evaluar la enfermedad y la salud, es necesario considerar algo más que los síntomas fisiológicos. Su trabajo inicial en los años 60 se centró alrededor de patrones de comportamiento y personalidad en pacientes con artritis reumatoide crónica. Desde entonces, se han realizado numerosos estudios para investigar las influencias que el estado de ánimo, pensamiento y comportamiento pueden ejercer sobre el cuerpo.

Resistencia: los parámetros psicológicos de la salud

Entre los investigadores más importantes e influyentes a la hora de documentar los parámetros psicológicos de la salud se encuentra Suzanne Kobassa. Su trabajo destaca por la introducción del término "resistencia." La resistencia consiste en tres parámetros principales. Éstos son: compromiso, control y desafío.

El compromiso, implica los propios sentimientos hacia el trabajo, familia, encuentros sociales y uno mismo. Aquellos con un sentido del compromiso experimentan una sensación de propósito en sí mismos y en lo que hacen; se perciben como participantes activos e importantes en sus propias vidas. En oposición al compromiso, se encuentra la alienación; es decir, la sensación de aislamiento del mundo y sus interacciones.

El control se refiere a una sensación de poder. Las personas con un nivel alto de control pueden tomar un papel activo, poseen un sentido de la responsabilidad respecto a sus vidas. Perciben que pueden influir en los resultados de los acontecimientos que los afectan. Cuando el control es bajo, los individuos tienen una sensación de desamparo y desesperación, debido a que se sienten impotentes para afrontar la situación.

El desafío es la capacidad de ver todas las situaciones como potencialmente positivas con resultados exitosos. Los individuos que experimentan niveles bajos de desafío perciben a menudo cualquier situación dada como una amenaza a su salud y bienestar. Kobassa examinó cómo los acontecimientos estresantes afectan a la salud y la frecuencia de enfermedad. Esta autora se muestra en contra de la existencia de una relación directa de causa y efecto entre el estrés y la enfermedad y rechaza la noción de que el estrés debe evitarse para llevar una vida sana. Lo que los estudios de Kobassa muestran es cómo la personalidad de un individuo y sus mecanismos de afrontamiento influyen directamente en su salud. Descubrió que las personas que poseían altos niveles de resistencia (con altos perfiles en los tres parámetros) padecieron menos enfermedades.

En conclusión: los acontecimientos, en sí mismos, no son los que provocan estrés o enfermedad; es la interpretación que la persona hace respecto al acontecimiento lo que es significativo. Aquéllos con altos niveles de resistencia interpretarán los acontecimientos como positivos, atrayentes y desafiantes. Funcionando desde esta posición ventajosa, Kobassa cree que una persona puede influir en gran medida en su propia salud.

Impacto del estrés en el sistema inmunitario

Keicolt, Glaser y Glaser evaluaron el impacto del estrés en estudiantes de medicina. Encontraron que, durante los exámenes, la actividad de las células NK (que combaten infecciones y células cancerosas) disminuía. Además, Glaser encontró que los estudiantes que se sentían aislados tenían una menor respuesta inmunitaria.

Snyder amplió estos estudios, demostrando que los efectos del estrés dependen de su tipo e intensidad. Los pequeños problemas diarios pueden tener un impacto mayor que un evento estresante puntual, debilitando el sistema inmunológico.

Apoyo social y resistencia

Se ha sugerido un cuarto parámetro en la teoría de Kobassa: el apoyo social. La comunidad y el acceso a ayuda emocional o informativa pueden mejorar la salud. La comunidad juega un papel importante en aquellos en una situación médicamente desafiante. El apoyo implica la capacidad del paciente de obtener ayuda tanto a nivel emocional como de resolución de problemas. Tales comportamientos incluirían la expresión de sentimientos, emociones, y pensamientos, así como acceso a información de otros; por ejemplo, consejo o explicaciones.

Estudios han demostrado que los pacientes con VIH que cuentan con apoyo tienen mayores tasas de supervivencia.

Estudios del Centro para el Estudio Biopsicosocial del SIDA

Investigadores de la Universidad de Miami evaluaron los efectos del estrés y la intervención psicológica en pacientes con VIH. Descubrieron que aquellos que participaron en programas de modificación cognitiva o ejercicio físico experimentaron menos deterioro inmunológico tras recibir su diagnóstico. Estas intervenciones redujeron la ansiedad y la depresión, promoviendo un sentido de control y autoestima.

Sin estrategias de afrontamiento adecuadas, el estrés activa el sistema nervioso simpático y aumenta los niveles de cortisol, debilitando el sistema inmunitario. En cambio, cuando una persona adopta una mentalidad de control y compromiso, se reduce la producción de hormonas del estrés y se fortalece la respuesta inmune.

El "embrujo médico" y la muerte vudú

Sanford Cohen comparó el efecto de un diagnóstico negativo con el concepto de "muerte vudú". El concepto de muerte vudú procede de los individuos que han sido maldecidos por una persona o personas que consideran que tiene poder sobre ellas (tales como un brujo, un líder tribal, o un guía espiritual). En estos casos, el proceso era similar al siguiente: un individuo se presentó en un hospital o una clínica en las etapas finales de la muerte. El cuerpo respondía como si estuviera muriendo, aunque no se encontró ningún agente causal. Todo lo que se sabía era que alguien lo había maldecido, para lo cual el pronóstico era la muerte. En un caso, el curandero que "señaló con el hueso" a un individuo fue llevado a regañadientes a la clínica donde el médico le pidió que le quitara la maldición. Contrariado, el curandero revocó la maldición. Un día después, el hombre que se estaba muriendo recuperó su estado de la salud completamente.

En medicina moderna, la creencia en un diagnóstico fatal puede desencadenar una cascada de efectos negativos en el sistema inmunitario. Ocurre en el momento, y posiblemente antes, de que a un paciente le den un diagnóstico. Para que dicho proceso suceda, están implicados los siguientes factores:

  • Un mensaje se debe comunicar del exterior (el diagnóstico).
  • Un sistema de creencias está presente (creencia de que el médico es experto y el sistema médico válido). El parámetro de control de Kobassa.
  • Se realiza una evaluación del propio control (la enfermedad es fatal e incontrolable). Los parámetros de Kobassa de control y desafío.
  • Un comportamiento particular de la víctima (alejamiento de la familia y de los amigos, no comunicativos). El parámetro de Kobassa del compromiso.
  • Un comportamiento de la comunidad y la familia (el aislamiento y tratamiento temeroso que incrementan el desamparo).
  • Una reacción psicológica (depresión, vergüenza, remordimiento, culpabilidad).
  • Una reacción biológica (cambios del sistema nervioso central y endocrinos).

¿Qué significa todo esto para el individuo?

Este modelo plantea que mente y cuerpo están intrínsecamente conectados: los pensamientos y creencias influyen directamente en los procesos fisiológicos. Si una persona percibe su diagnóstico como una sentencia fatal, su estado de ánimo se verá afectado, lo que, a su vez, impactará su fisiología.

La sugerencia aquí es que el individuo y la profesión médica cuestionen sus asunciones sobre la capacidad del individuo para tomar un papel activo en el proceso de la salud. En la visión tradicional de la medicina, el diagnóstico define al paciente como si fuera su enfermedad (ej. "soy VIH positivo" en lugar de "tengo VIH"). En cambio, se propone que el individuo asuma un papel activo en su salud, aprendiendo estrategias de afrontamiento para reinterpretar su diagnóstico y manejar mejor el estrés.

El estrés no es una entidad externa sino una respuesta a la interpretación que una persona hace de los eventos. Al desarrollar resistencia (compromiso, desafío y control), recibir apoyo y replantear creencias sobre la enfermedad y la medicina, una persona puede mejorar su bienestar, independientemente de su diagnóstico.

El control es uno de los parámetros que les falta a muchas personas. El control se refiere a la capacidad de influir con eficacia en el propio sistema de creencias. Los únicos factores controlables en nuestras vidas son las opiniones y los significados que asignamos a cualquier situación dada.

El control no significa dominar la enfermedad, sino manejar la forma en que se percibe. No se trata de culpabilizar al paciente por su estado, sino de brindarle herramientas para influir positivamente en su proceso de curación, reconociendo la conexión entre mente y cuerpo

Por lo tanto, el trabajo en el cuerpo afectará también a la mente. Lo que una persona cree con respecto a su tratamiento tiene un impacto significativo en su salud. Obteniendo una comprensión del nivel de resistencia de una persona, apoyo y sistema de creencias o evaluaciones, se ofrece una posibilidad de mejorar la salud.

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