Autora: Mariana Harfuch, licenciada en psicología,
Dentro de las personas que sufren trastornos de ansiedad, la “Fobia Social” es uno de los cuadros más frecuentes, así como peligroso: por estar casi siempre (en un 80%) acompañado de otro cuadro; como alcoholismo, drogadicción, depresión, agorafobias, y otros.
Por ejemplo: es frecuente que muchas personas opten por beber alcohol para enfrentar algún temor. Esto se ve con gran frecuencia entre los adolescentes.
¿Qué significa padecer un trastorno de ansiedad?
Las personas que padecen trastornos de ansiedad, presentan una respuesta de angustia exagerada ante situaciones o estímulos que para otras personas serían totalmente “normales”, llevándolos a evitar el objeto o situación temida o a desarrollar un “ataque de pánico” en dicha exposición.
P.Ej: en las fobias sociales, muy probablemente esta persona no acuda a reuniones por sentir que en el entorno hay una gran atención depositada sobre su persona (pudiendo ser real o no), la cual incluye sin duda todo un juzgamiento negativo sobre su manera de actuar. Debido a esto, va a sufrir un miedo intenso (ansiedad y angustia) que no tienen relación directa con la situación vivida (con lo que piensan realmente de él en esa reunión); desarrollando así un ataque de pánico”.
Ataque de pánico: “Es la aparición temporal y aislada de miedo intenso, que puede durar unos pocos minutos (de gran intensidad), y es acompañada por una serie de síntomas físicos y emocionales.
Los síntomas:
· Palpitaciones,
· Taquicardia,
· Sudoración,
· Temblores o sacudidas,
· Sensación de ahogo o falta de aliento,
· Opresión torácica,
· Nauseas,
· Mareo, inestabilidad, desmayo,
· Escalofríos, sofocaciones,
· Miedo a perder el control - Miedo a morir o Miedo a volverse loco…
En los trastornos de ansiedad en general, estos tres últimos son los temores subyacentes de toda manifestación patológica de ansiedad. Inconscientemente la persona padece un fuerte temor a morir, volverse loco o perder el control de alguna manera (muchas veces esto tiene su origen en determinados acontecimientos traumáticos que la persona haya vivido, en general, de carácter súbito, y que lo haya impactado emocionalmente.
* Este miedo surge repentinamente y desorganiza la personalidad.
* Altera severamente su calidad de vida: (social, laboral, familiar y vincular en general).
* Provoca alteraciones y perjuicios en las capacidades propias del individuo.
Teniendo la base necesaria para saber a qué nos referimos cuando decimos que alguien padece de trastornos de ansiedad, vamos a especificar el cuadro de fobia social, que es al que nos referiremos en esta ocasión.
La fobia social
En la fobia social la persona siente un miedo intenso a someterse a situaciones públicas, donde reciba algún tipo de evaluación (o crea que la recibe), o juzgamiento, por resultarle muy embarazoso. Esto ocurre porque también piensa que esa situación lo llevaría indudablemente a sentirse humillado y desvalorizado por los otros. Como se puede notar, la persona teme la “mirada crítica” del otro.
Debido a estos pensamientos, su ansiedad aumenta de forma tan significativa, por lo que puede llegar a desarrollar el “Ataque de Pánico” que describíamos anteriormente (con toda o alguna de las manifestaciones físicas que lo acompañan, y con una duración y número de episodios, variables según cada sujeto).
Los temores más frecuente son:
- Temor a hablar en público
- Exámenes orales
- Relacionarse con extraños
- Iniciar relaciones afectivas
- Comer/Beber en público
- Trabajar cuando lo observan
- Ir a reuniones sociales
- Interactuar en un grupo; etc.
Todas estas situaciones estarían reflejando un denominador común, dado por:
- Miedo a hacer el ridículo o sentirse avergonzado
- Miedo a ser evaluado por las otras personas
- Miedo a ser el centro de atención
Finalmente el miedo es al rechazo, a la crítica (si analizamos la situación, las personas con fobia social, proyectan en los demás una supuesta crítica negativa o rechazo, que en realidad ellos tienen hacia sí mismos antes de exponerse a cualquier situación.
Son ellos lo que no se aceptan en primera instancia. Luego habrá que evaluar en cada historia particular de vida cuáles han sido los acontecimientos o factores que lo llevaron a esa falta de confianza consigo mismo. Veremos mas adelante el tratamiento.
Es importante considerar que si bien es una patología altamente inhabilitante por el deterioro que provoca en las relaciones personales-laborales-sociales, etc., y por el grado de aislamiento que se llega a sufrir; también tenemos que decir que es posible que la persona logre una buena recuperación mediando un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Tratamiento
El tratamiento tendrá distintas características (según cada caso particular), pero con un objetivo en común, que es lograr que la persona pueda integrarse en un “Grupo Terapéutico” para superar este miedo a la integración grupal, con el beneficio secundario de saber que también hay muchos otros que sufren (en silencio) lo mismo que ella, e identificarse y enriquecerse con las experiencias de los demás (siendo una de las finalidades de las Terapias y dinámicas Grupales).
Considero que en algunos casos ha de ser necesario también un abordaje en sesiones individuales para poder profundizar en los orígenes de esa fobia en particular (esto será diferente en cada historia, y en las vivencias que cada individuo haya tenido del mundo a lo largo de su vida). De todos modos, la inclusión a un “Grupo Terapéutico” será una de las herramientas más valiosas a trabajar. Como en todo grupo, se producen “identificaciones” con las historias y relatos de las otras personas y ese será un factor riquísimo para poder ayudar a cada uno de los pacientes a desmitificar que “eso solo le ocurre a ellos…”, así cada cual podrá utilizar herramientas proporcionadas las demás personas sobre cómo cada uno va superando las situaciones temidas de exposición.
Finalmente, en algunos casos (a evaluar) se complementará con medicación específica, donde se trabajará conjuntamente con el médico psiquiatra en el abordaje de la patología. En este punto en especial, considero que todo aquel paciente que pueda llegar hasta la consulta y cuente con una “Red de Contención” (familia, amigos, pareja, etc.) que lo ayude en el inicio de su tratamiento, optaría por utilizar la medicación como un recurso de uso sólo si es inevitable al caso. De este modo, el paciente aprenderá a confiar es “sus recursos” y no en la medicación como el elemento necesario para que pueda ponerse en acción.
Por otra parte, voy a enumerar algunos de los puntos más importantes a trabajar dentro del tratamiento con pacientes con fobia social.
Antes vale aclarar que hace varios años atrás, cuando esta patología aún no estaba tan diagnosticada por los médicos, y debido a la amplia sintomatología física que posee, muchos pacientes temían estar padeciendo ataques cardíacos, o cualquier otra enfermedad orgánica más severa. Incluso, era muy frecuente que en lugar de realizar la consulta con el psicólogo o médico psiquiatra, las visitas eran a la consulta de cardiólogos, gastroenterólogos o médicos del aparato digestivo, dermatólogos, etc.
Con el pasar de los años, y también los cambios en la calidad de vida, han hecho que, lamentablemente, sea una de las patologías a nivel mundial de mayor incidencia social. Pero algo positivo a remarcar, es que se suele tratar de cuadros con buen pronóstico en los tratamientos (excepto en cuadros donde se dan comorbilidad entre un T.O.C. (Trastorno Obsesivo Compulsivo) y un cuadro depresivo, siendo los más complicados para tratar).
Centrándonos nuevamente en las fobias sociales, mencionaré a continuación algunos puntos a tener en cuenta, en los pacientes con dicha patología.
Psicoterapia Cognitiva de los A.P. (ataques de pánico)
Rasgos de personalidad previos al ataque de pánico:
Según frecuencia se pueden ordenar de la siguiente forma:
1. Ansiedad
2. Dependencia
3. Temores
4. Tendencia a somatizar
5. Preocupaciones hipocondríacas
6. Autoexigente, perfeccionista y crítico.
UN TIPO DE TRATAMIENTO:
Aspecto Farmacológico:
Ayuda a la remisión sintomática y a disminuir o desaparecer los AP (ataques de pánico), en los casos donde se requiera medicación y Acompañar con Psicoterapia.
Aspecto Psicoterapéutico:
Una orientación cognitiva-conductual suele ayudar mucho en el abordaje de los Ataques de Pánico o Crisis de Angustia. Permite afrontar las Crisis de Pánico actuales, y prever recaídas.
Trabajo que incluye:
-Técnicas psico-educacionales,
-Técnicas de regulación de la hiperventilación (técnicas de respiración y relajación).
-Técnicas conductuales y cognitivas.
Es importante complementar todos estos aspectos para enseñar al paciente a generar recursos propios, para afrontar cada vez más positivamente las posibles crisis también en ausencia del Psicoterapeuta (en su vida cotidiana).
Abordaje Terapéutico Cognitivo-Conductual:
-La construcción de su historia (personal y única).
-Los esquemas o patrones de significado que guían su conducta, y que apunte a provocar cambios en sus sistemas de funcionamiento personal que le permitan acceder a una vida de menor sufrimiento y mayor bienestar.
Tratamiento orientado a la fobia social
Para que se genere un trastorno de ansiedad, tienen que ocurrir dos cosas:
1. Que la persona evalúe como peligrosa una situación que no lo es.
2. Que sienta que no posee recursos para poder enfrentarla cuando, en realidad, cuenta con ellos.
Recordemos las situaciones más temidas:
1. Hablar en público,
2. Interactuar en pequeños grupos,
3. Fiestas o encuentros sociales,
4. Hablar con personas de autoridad,
5. Ir a orinar a un baño publico,
6. Comer o beber en lugares públicos,
7. Situaciones de examen (más oral),
Pensamientos Frecuentes:
1. “Voy a actuar como un tonto.”
2. “Voy a balbucear o decir tonterías.”
3. “Soy un aburrido.”
4. “Lo que tengo que decir no le va a interesar a nadie.”
5. “Soy poco interesante o atractivo.”
6. “Todos van a notar que estoy nervioso y se van a burlar de mi.”
Preocupación:
1. Acerca de su desempeño.
2. Por la posibilidad de que los demás detecten su sintomatología.
Los Síntomas más frecuentes son:
1. Palpitaciones
2. Temblor
3. Sudoración
4. Molestias gastrointestinales
5. Tensión muscular
6. Rubor facial, etc.
Disfunción de la atención:
1. Hipervigilancia corporal.
2. Auto-observación, preocupación constante acerca de su imagen y lo que pueda generar en el otro.
Las personas patológicamente ansiosas se perciben a si mismas sin control (de ahí que el máximo temor es a perder el control de si mismos, temiedo incluso llegar a la locura o la muerte).
Señales de Amenaza Social:
1. Nivel de luz.
2. Que los otros estén sentados.
3. Si se va a bailar.
4. Si va a haber chicas/os, lindas/os o guapos/as.
5. Qué temas se van a tratar.
6. Edad de las personas que asisten al evento.
7. Duración del evento, etc.
Creencias Subyacentes:
1. Las situaciones sociales son peligrosas...
2. Toda cuestión relacionada con lo social debe salir perfecta...
3. Carece de condiciones…
Predicciones:
1. Vergüenza,
2. Humillación,
3. Rechazo,
4. No ser considerado o tenido en cuenta.
UN TIPO DE TRATAMIENTO
Primera etapa individual: Terapeuta como representante del contexto social. Rol de observador-participante.
1. Atención a los propios sentimientos para generar hipótesis terapéuticas en la interacción.
2. Evitar perpetuar el ciclo interpersonal disfuncional y confirmar su esquema.
3. Trabajar en el “aquí y ahora”, propiciando un aprendizaje basado en la experiencia concreta antes que en un ejercicio intelectual abstracto.
1. Pautas centrales del tratamiento individual
1. Psico-educación.
2. Reentrenamiento respiratorio (ejercicios de respiración y relajación).
3. Refocalización de la atención.
4. Reestructuración cognitiva.
5. Tareas conductuales a realizar como “deber” (compromiso con su tratamiento fura de la sesión).
6. Tareas cognitivas a realizar como “deber” (Idem).
Trabajar con Restructuración Cognitiva:
1. Técnicas de Psico-educación.
2. Ayudar con los Niveles de ansiedad.
3. Fundamental la “Ansiedad anticipatorio”(A.A.), Ansiedad que se anticipa a la ansiedad por “saber" (suponer) lo que va a suceder.
4. Ayudar a discriminar y diferenciar sentimientos de pensamientos.
5. Auto-Informes (que es importante que los realice, para ir viendo la evolución).
Lista de distorsiones Cognitivas:
1. Pensamiento extremista (todo/nada): ayudarlo a crear “grises”.
2. Sobre-generalización (por una situación determinada, se engloba toda la escena).
3. Descalificación de lo positivo (minimiza las cosas positivas).
4. Leer la mente (“adivinación de lo que el otro piensa, o lo que sucederá”).
5. Predecir los hechos.
6. Razonamiento emocional.
2. Pautas centrales del tratamiento grupal
Técnicas:
1. Dramatización.
2. Situaciones típicas de la vida.
3. Inversión de roles.
4. Técnicas del doble.
5. Soliloquio.
6. Espalda contra espalda.
7. Construcción de imágenes, etc.
Cualquier propuesta debe contemplar una aproximación gradual y progresiva que nos permita ir trabajando las estructuras disfuncionales en juego. Se han de crear situaciones realistas para que el paciente las pueda enfrentar.
Cuestiones a tener en cuenta antes de llevar a cabo una dramatización:
1. Seleccionar la situación,
2. Armar el contexto,
3. Tener en cuenta que otros pacientes van a participar,
4. Rol que va a jugar el Auxiliar-Profesional,
5. Qué disparadores de la ansiedad voy a utilizar,
6. Factor sorpresa.
Previa a la exposición:
1. Generar la “película” en la cabeza,
2. Objetivo de la dramatización,
3. Identificar las distorsiones cognitivas que se van a trabajar.
Durante la exposición:
1. Interrumpir para identificar el proceso disfuncional que entorpece la actuación del paciente,
2. Se continúa o vuelve a representar la situación.
Esta fue una aproximación a esta patología tan frecuente en nuestros tiempos y en muchas culturas diferentes… Pero no debemos olvidar que:
“Si tiene miedo, actúe... el único modo de empezar a luchar contra el miedo, es la acción”.