Autora: Ana Muñoz
Consulta: Siempre me he sentido menospreciada e infravalorada por mi familia pero nunca le di mayor importancia aceptando que era así por que así debía ser, hasta que hace 3 años explotó la bomba y entendí que no tenia por que aceptar ciertas cosas, recuerdo frecuentemente el daño que me hicieron en un pasado y tengo temor a que me lo vuelvan a hacer , soy incapaz de mostrar cariño o cualquier muestra de afecto por mínima que sea, hacia ellos.
Yo siempre he sido una persona muy cariñosa y me da la impresión de que nunca me supieron valorar como otras personas de mi entorno me han valorado. ¿Es normal que después de estos años y tras la chispa que explotó la bomba siga con este dolor interno y este resentimiento? Intento perdonar todo lo sucedido durante mi vida pero me molesta el haberme sentido tan sola en momentos especialmente importantes en mi vida, ahora me siento completamente indiferente hacia ellos porque tengo una vida en la que se que no soy inútil.
Respuesta: Creo que es una buena señal el hecho de que hayas dejado de ver ese menosprecio como algo normal. Probablemente indicaba que tu autoestima era baja por entonces y te sentías merecedora de ese menosprecio, algo que parece haber cambiado, lo cual supone el primer paso; es decir, reconocer el daño y la injusticia. La siguiente fase lógica es esta en la que te encuentras ahora: sentir resentimiento y dolor por lo sucedido. Sí se puede considerar normal a pesar del paso del tiempo si tenemos en cuenta que ha sido un tema no resuelto. Cuando nos sucede algo que nos causa dolor y no asimilamos lo sucedido, ese dolor puede permanecer durante años.
La siguiente fase tiene que ver con la superación de todo aquello. Como tú misma dices, ahora tienes tu propia vida y te sientes bien contigo misma. Ya no los necesitas a ellos y ellos no pueden hacerte daño si tú no los dejas. Es decir, tú tienes más control sobre tus sentimientos del que te puede parecer en un primer momento. Si alguien te menosprecia, por ejemplo, diciendo algo desagradable acerca de ti, es bastante lógico que te moleste (probablemente le molestaría a cualquiera), pero sentirte molesta no es lo mismo que sentirte deprimida, hundida, furiosa, etc. Y ahí es donde puedes elegir. Tú puedes decidir si te vas a sentir sólo molesta (que es un sentimiento leve y fácil de sobrellevar) o si te vas a sentir deprimida o furiosa, ya que esos sentimientos dependen de lo que pienses, de las cosas que te digas a t misma. Por ejemplo, si alguien te insulta y tú piensas: "Tienen razón, no valgo para nada, si ellos me desprecian es porque soy una inútil a la que nadie va a querer nunca", entonces, sin duda te vas a deprimir, pero si, inmediatamente después, te dices a ti misma: "Eh, ¿qué estoy pensando? Eso no es cierto, lo que ellos digan de mí no me convierte en una inútil; es sólo su opinión, y las opiniones no son hechos", entonces te vas a sentir de un modo muy diferente.
Por eso es por lo que te decía antes que nadie puede hacerte daño si tú no les dejas porque eres tú quien controla tu pensamiento. En cuanto a lo sucedido en el pasado, no es necesario ni perdonar, ni olvidar, ni cambiar las cosas. Más bien son opciones que puedes elegir si así lo deseas. Lo fundamental es que aceptes que lo sucedido ha sucedido; no puede cambiarse. Por eso no sirve de nada pensar que no debería haber pasado, que es injusto, que las cosas deberían haber sido de otro modo porque esos pensamientos no harán que cambie el pasado y sí que te llevarán a sentirte mal. Es mejor pensar que preferirías que las cosas hubieran sido distintas, pero así es como han sido y eso no lo puedes cambiar. Eso no significa que no puedas hacer nada. Tienes varias opciones y puedes elegir la que más desees: tratar de hablar con ellos y arreglar las cosas (si ellos quieres); aceptar que ellos son así, que tal vez no van a cambiar nunca y centrarte en las relaciones de tu vida actual que sí son satisfactorias, etc.
Ten en cuenta que puedes ser feliz igual si no tienes una relación de cariño con ellos, no los necesitas, puedes ser feliz con tus otras relaciones, con los otros aspectos de tu vida. Pocas personas tiene la suerte de tener una vida perfecta a todos los niveles, pero pueden ser felices centrándose en aquello que sí tienen mientras tratan de lograr lo que no tienen (aceptando que no siempre logramos todo lo que queremos).