Autora: Ana Muñoz
Entre las medicinas alternativas existen muchas maneras para ayudar a manejar el dolor. Entre ellas se encuentran las siguientes:
Acupuntura. La acupuntura ha demostrado ser eficaz para tratar el dolor, tanto crónico como agudo. Parece estimular la liberación de sustancias que el cuerpo produce naturalmente para el alivio del dolor.
Flores de Bach. Actúan equilibrando cuerpo y mente y empujando al organismo hacia la autocuración. Encontrarás más información aquí.
Terapias mediante arte y música. Estas terapias han resultado útiles en ocasiones para aliviar el dolor. Mediante el arte o la música puedes:
- Aprender más sobre tus emociones.
- Expresar más fácilmente tus emociones.
- Sentirte mejor contigo mismo.
- Desarrollar maneras más sanas de hacer frente a los problemas.
- Encontrar una distracción del dolor.
Biofeedback. Un aparato de biofeedback puede ayudarte a aprender a controlar algunas funciones del cuerpo, como el ritmo cardíaco y la tensión muscular. Puede ser útil en casos de estrés y ansiedad.
Quiropraxia, osteopatía. Estas técnicas manuales puedes aliviar dolor en la espalda, cuello, o articulaciones. Pueden ayudar con los dolores de cabeza por tensión muscular, espasmos musculares, y nervios inflamados. Los tratamientos deben implicar movimientos lentos y apacibles de la cabeza, el cuello y la espina dorsal. Los ajustes que son demasiado rápidos pueden causar lesiones.
Dispositivos ortopédicos. Varios dispositivos están disponibles para mejorar el funcionamiento y aliviar dolor.
Distracción. Centrarse en algo concreto puede ser una manera muy eficaz de aliviar temporalmente incluso el dolor más intenso. Intenta centrarte en música, aficiones, actividades sociales, la TV, o hablar con la familia o los amigos. Escuchar música durante procedimientos terapéuticos dolorosos puede resultar útil.
Hierbas y suplementos. Algunas hierbas y suplementos pueden ayudar a reducir dolor. El té de hierba mate puede reducir el dolor durante la quimioterapia. La valeriana puede reducir dolor y favorecer el sueño. La matricaria (Tanacetum Parthenium) reduce los espasmos de los vasos sanguíneos, por lo que resulta de gran utilidad en la migraña. También se utiliza para tratar los dolores menstruales, articulares o de estómago, así como para aliviar la fiebre.
El cinc y la vitamina C pueden ayudar a que las heridas se curen más rápidamente. Las hierbas pueden interactuar con otras medicinas que estés tomando. Habla con tu médico o farmacéutico antes de utilizarlas.
Cromoterapia. Puedes utilizar el color azul para aliviar la congestión, inflamación y dolor.
Hipnosis. La hipnosis te hace entrar en un estado de la relajación profunda. Mientras te hipnotizan, el hipnotizador puede sugerir diversas maneras de manejar el dolor. Puedes también utilizar cintas de audio para la autohipnosis, que serán más útiles después de haber experimentado la hipnosis con un hipnotizador profesional.
Masaje. El masaje estimula la circulación sanguínea y alivia el estrés. Los masajes puede darlos un masajista profesional o algún familiar o amigo, y puedes utilizar dispositivos para agregar vibración o calor a un masaje.
Nutrición. Los alimentos pueden afectar al dolor, como sucede en el caso de la migraña. Algunos alimentos pueden producir dolores de cabeza, articulares o del aparato digestivo. Puede ser útil llevar un diario donde anotes los alimentos que ingieres y tus síntomas de dolor. El diario puede ayudarte a comprobar si algunos alimentos están desencadenando o incrementando los síntomas.
Relajación. La relajación reduce la tensión en los músculos, lo cual impide que el dolor empeore debido a la tensión. La relajación puede darte más energía y hacer que te sientas menos cansado. Puede reducir ansiedad y permitir que otros métodos de alivio del dolor funcionen mejor, además de permitirte dormir más fácilmente. Ejemplos de técnicas de relajación son la respiración profunda y la relajación progresiva de Jacobson. El yoga y la meditación son otras maneras de relajarse.
Ejercicio terapéutico. El ejercicio puede mejorar el funcionamiento y disminuir dolor de articulaciones y de espalda. Las personas con este tipo de dolor suelen tender a permanecer inmóviles, lo cual es contraproducente, pues se ha comprobado que se produce una curación más rápida mediante el movimiento y ejercicio, siempre y cuando dicho ejercicio no resulte excesivamente doloroso.
Hidroterapia. La hidroterapia utiliza el agua fría o caliente para aliviar el dolor mediante baños de determinadas zonas del cuerpo, presión, burbujas o ejercicios en el agua. El Tai Chi o el Qigong pueden resultar también útiles.
Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea. Esta técnica puede aliviar el dolor enviando pequeños impulsos eléctricos a los nervios a través de electrodos colocados en la piel. Los impulsos eléctricos bloquean el dolor.
Visualización. Para usar esta técnica has de visualizar una imagen del dolor y después cambiar dicha imagen. Por ejemplo, puedes imaginar el dolor como si fuera un fuego rojizo y luego visualizar cómo el dolor disminuye mientras el agua va apagando progresivamente el fuego. O puedes imaginar el dolor como una mancha roja u oscura en la zona dolorida, que luego empiezas a eliminar lentamente, como si la fueses barriendo.